Raúl Damiani se agrega hoy a la legión de ex leprosos que se pusieron por primera vez la camiseta de Independiente. Es que el chico de Roldán, que estuvo casi 12 años en el Parque, hará esta tarde su estreno absoluto en el rojo, luego de estar dos partidos en el banco. La lesión de Serrizuela le hizo un hueco en el equipo y él tratará de aprovecharlo de la mejor manera posible. El lateral, que se sumó en la 3ª fecha al rojo, luego de haber quedado libre en Newell's, está "ansioso" ante su inminente debut pero trata de "manejarlo con tranquilidad". Con un presente en el que "las cosas me están saliendo bien, gracias a Dios", y en esto destaca la colaboración que recibió de Guiñazú -jugaron juntos en Newell's- y del Pichi Franco. El lateral se ilusiona con que la vuelta es posible: "Por la clase de jugadores que hay y por el equipo que se formó era lógico pensar que se podía pelear arriba, pero ahora nos damos cuenta de que si seguimos haciendo las cosas bien, el objetivo del título no es tan lejano". Más allá de la rivalidad que tiene con Central, puesto que se fue de Ñuls en junio, Raúl sostiene que "queremos ganar el partido porque eso nos permitiría mantener la diferencia en la punta sin tener que depender de otros resultados", aunque recalca que ganarle a los auriazules siempre es "un condimento más para ponerse contento". Y al margen de confesar que "una ayudita de Boca no nos vendría nada mal", aclaró que "lo que más nos tiene que interesar es lo que hagamos nosotros". Respecto al partido de esta tarde, sentenció que "puede ser abierto y de ida y vuelta", y que los dos equipos "van a salir a atacar", porque esas son las características principales de ambos. Sobre lo que le pidió el Tolo para hoy, sentenció: "Me pidió que hiciera lo mismo que Serrizuela. Me pidió que marcara y que aportara en ataque cuando pudiese".
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