Hernán Franco llegó a Newell's en 1989 y se incorporó a la sexta división de la Rosarina. Luego de su constante ascenso y consolidación en el profesionalismo, el Pichi emigró al final de 1998. Y tras un derrotero de casi cuatro años, el rubio polifuncional arribó a este Independiente que va en busca del título. "No estamos ansiosos, sabemos que todavía falta mucho, ahora sacamos cinco puntos, pero si perdemos un partido y River gana se nos acerca otra vez y estamos a un partido de diferencia. Estamos mucho mejor que antes del domingo, pero todavía no podemos decir que ya está el objetivo cumplido, porque no terminó. Llegar a esta etapa del campeonato con esa ventaja sobre River y con los partidos que nos quedan nos viene muy bien, pero hay que esperar", enfatizó Franco. Con relación a la versatilidad que le permite jugar en diferentes puestos, el Pichi sostuvo que "para todo futbolista es interesante que lo tengan en cuenta para cumplir distintas funciones, si bien el primer año acá fue muy difícil ahora es otra cosa, con los refuerzos que llegaron existe un importante grupo, por lo que te olvidás de todo lo que pasamos. Ahora nos sentimos seguros, y en lo personal creo que en los últimos partidos pude levantar mi producción. La verdad que lo estaba necesitando, no venía jugando muy bien y me habían castigado un poco, con razón, así que bienvenida sea esta mejoría en mi actuación". La adaptación de Franco al devenir de los variados horizontes que le propuso el fútbol hasta ahora no representa una sobrecarga imposible de llevar, ya que el Pichi, más allá de que siempre exista en su recuerdo un lugar de privilegio para Cruz Alta, ya transitó un camino fructífero que unió Rosario, España, Córdoba y ahora Buenos Aires. "Uno propone y el fútbol dispone", es la frase que eligió. Con relación al cuerpo técnico, el Pichi aseguró que "es un técnico muy claro y concreto para ordenar el equipo, por lo que ninguno de nosotros tiene mayores inconvenientes para comprender qué es lo que tiene que hacer dentro del campo".
| |