Otra vez la violencia se hizo presente en una cancha del ascenso. Como los energúmenos nunca se toman descanso, ayer en el Gabino Sosa se vivieron momentos de impunidad. Todo aparentaba transcurrir con absoluta normalidad hasta que un integrante de la barra brava de Central Córdoba, identificado como Claudio Villarreal, saltó la valla de la platea local y se sentó al lado del presidente charrúa Santiago Pezza, quien estaba mirando el partido junto a su familia. La charla, que nunca fue en buenos términos, empezó a subir de tono cuando el inadaptado patoteó al directivo charrúa: "Dale viejo, hacé entrar a los muchachos de Laferrere que se quedaron afuera. Vos sos el presidente del club y si das una orden te van a hacer caso". Pero el pedido no quedó ahí. Ante las reiteradas negativas de Pezza para satisfacer al hincha caracterizado, la discusión se trasladó al sector bajo de la platea, lugar donde empezaron los golpes entre ambos. Si bien el presidente charrúa fue el que primereó con un cabezazo, el hincha no se quedó atrás y se avalanzó sobre él causándole un corte en su frente. A todo esto los plateístas locales no sólo miraban sorprendidos lo que estaba sucediendo (el partido estuvo tres minutos parado), sino que la policía hasta ese momento no se había echo presente en el lugar. Minutos después, las autoridades policiales sí tomaron cartas en el asunto, detuvieron al agresor y repartieron algunos palazos a los hinchas locales que quisieron tomar partida de la gresca. Resultado: Villarreal fue detenido a la comisaría 16º bajo el cargo de lesiones y Santiago Pezza debió ser atendido por el médico Carlos Lancellotti en el vestuario local.
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