José María Petunchi / La Capital
Uno de los aspectos que más preocupa a Central de cara al partido de mañana ante Independiente es la contundencia del equipo de Américo Gallego. El enorme poder de gol y las numerosas variantes que el rojo tiene en ataque, donde no sólo impresiona la capacidad goleadora de Andrés Silvera, sino también el buen juego de Insúa y Daniel Montenegro, el desnivel que marcan por los costados Pusineri y el Cholo Guiñazú (fue expulsado ante Estudiantes y mañana lo reemplazará Eluchans) y las subidas permanentes de los laterales, son armas letales en un equipo que tiene como premisa el arco de enfrente. Contra esto y contra sus carencias deberán lidiar mañana los canallas en Avellaneda, en uno de los partidos que seguramente romperá el molde de estos tiempos. Al margen de la diferencia de jerarquía que separa a un plantel del otro, si hay un equipo parecido a Central en este Apertura, ese es Independiente. Un conjunto con una indeclinable vocación ofensiva, exacerbada por la capacidad de sus jugadores, pero que a la vez, y en su afán de buscar siempre el arco de enfrente, suele caer en algunos desequilibrios marcados en defensa. Ese es el aspecto por el cual, según los canallas, el rojo se vuelve un equipo vulnerable, aunque es para temerle del medio para delante, a partir de su velocidad, cambio de ritmo y precisión. Independiente, además de ser el cómodo puntero y de ser el equipo que mayor vuelo futbolístico exhibió en el torneo, tiene una marcada capacidad de gol. Sus 37 gritos a lo largo del certamen lo certifican, con un escalofriante promedio de 2,84 por partido, que supera incluso el récord que había marcado River en el Apertura 96, cuando con 52 tantos había registrado una marca de 2,74 por encuentro. A esto se suma también que se hace fuerte de local. En lo que va del torneo, jugó 7 partidos en su estadio con 5 victorias (Estudiantes 1-0, Arsenal 3-2, Colón 7-1, Olimpo 3-1 y Lanús 2-0), empató 1 (Newell's 1-1) y perdió sólo 1 ante River (1-2). Es el equipo más goleador con 37 goles y está entre los tres que menos tantos recibió (13). Su campaña como local contrasta notoriamente con el recorrido auriazul de visitante. El canalla ganó dos (Lanús 6-1 y Newell's 2-0) y perdió 4 (Olimpo 2-0, Colón 2-1, River 5-2 y Arsenal 4-1). Y nunca empató en este torneo. Al igual que a Central, al rojo lo complican cuando le achican los espacios y le quitan posibilidad de maniobra. Lo demostraron Arsenal y el último domingo Estudiantes. El equipo de Burruchaga lo esperó bien ordenado en defensa, con mucha concentración y cuando tuvo la pelota lo lastimó de contra. El caso del pincha fue diferente, se limitó casi exclusivamente a esperarlo en su terreno, con una marcación bastante asfixiante, aunque le faltó manejarle la pelota. Con todo, los dos lo pusieron al borde de la derrota. Este podría ser un aspecto que los canallas deberán tener en cuenta a la hora de ir a Avellaneda con la intención de no volverse con las manos vacías. Sin embargo, el Central de Menotti no es un equipo diseñado para eso. La mayoría de sus jugadores no sienten en exceso la marca, pero sí apuestan todas sus fichas a esperarlo ordenados en defensa y a tratar de quitarle la pelota en el medio, para de ese modo poder controlar el desarrollo del partido y lastimarlos. Es por eso que más allá de los números que Independiente exhibe con orgullo y que inspiran mucho respeto, en Central están confiados en poder traerse un buen resultado de Avellaneda. "Hay que jugarle bien. Eso significa defender con orden y crecer desde la tenencia de la pelota", dijo Menotti sobre la manera de encarar un partido importante para su futuro mediato. Sin embargo, y por sobre las virtudes del rojo, hay un dato del que el técnico de Independiente Américo Gallego ya tomó debida nota y que evidentemente le preocupa. El dato que no le pasó por alto es que los canallas hicieron goles en 11 de los 13 partidos que disputaron. Los únicos encuentros en los que quedaron zapateros fueron en la derrota inesperada ante Olimpo de Bahía Blanca (0-2) en la cuarta fecha y en el empate contra Chacarita en el Gigante de Arroyito (0-0). A esto se suma el hecho de que con 27 tantos el segundo equipo más goleador del torneo, lo que más allá de algunas limitaciones, demuestra su potencial ofensivo.
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