El pago de 400 mil pesos como rescate por la vida de Federico Ariente, secuestrado hace una semana en Córdoba, se frustró antenoche cuando los secuestradores efectuaron disparos ante la sospecha de que una hermana de la víctima que llevaba el dinero estaba acompañada de policías.
De acuerdo con fuentes de la investigación, una hermana de Ariente intentó realizar el pago del rescate a bordo de un tren en la localidad bonaerense de Moreno. La hermana del Ariente relató que mantenía comunicación con los secuestradores a través de un teléfono celular hasta que se escucharon tiros y se interrumpió. Después se especuló que los delincuentes habían disparado por temor a que la chica estuviera acompañada por policías. Tras el hecho, el padre de Ariente, un empresario metalúrgico cordobés, a cargo de las negociaciones con los secuestradores no volvió a tener contacto con los delincuentes.
Federico Ariente, de 23 años, fue secuestrado en circunstancias confusas en la madrugada del domingo la otra semana cuando salía de una fiesta en la comuna de San Roque, a 35 kilómetros de la capital cordobesa. El joven y su novia fueron reducidos en su propio vehículo por un grupo de delincuentes, quienes horas después dejaron el auto en la localidad de Bialet Masse y liberaron a la joven en Monte Cristo, a mas de 30 kilómetros de allí.
Frustran secuestro
Dos delincuentes fueron detenidos ayer cuando intentaban secuestrar a bordo de un taxi a un hombre de nacionalidad peruana, en el partido bonaerense de Tigre. Las detenciones fueron concretadas por personal de la Prefectura Naval.
El intento de secuestro fue descubierto ayer a la mañana en el ramal acceso Tigre de la autopista Panamericana a la altura de Larralde, del partido bonaerense de Tigre, al norte del Gran Buenos Aires. Según las fuentes, dos cabos primero de Prefectura que circulaban en un vehículo particular para cumplir servicio en Prefectura Tigre observaron cuando los delincuentes metían por la fuerza a un hombre dentro de un taxi. Entonces, los integrantes de Prefectura regresaron al lugar y comenzaron a perseguir el vehículo taxi Renault 9, mientras solicitaban refuerzos a Tigre mediante un teléfono celular. Poco después, los dos agentes que iban en el auto particular y un grupo operativo que llegó en una camioneta de Prefectura siguieron al taxi por unos siete kilómetros, hasta que lo interceptaron. Tras lo cual, los secuestradores se entregaron sin oponer resistencia.
En poder de los detenidos fue secuestrada una pistola de calibre 11.25, una tijera y capuchas de lana. Los investigadores descubrieron además que el taxi circulaba con un cilindro de gas robado. (Télam)