Contrariando lo que expresó en la conferencia de prensa del domingo, cuando dijo que seguía, Zamora ahora sostiene muy seguro que no importaba el resultado ante Lanús, que la decisión de irse ya estaba tomada. Que inclusive ni vio el gol de Ponzio sobre la hora porque su mente estaba en otra cosa. "Ya lo había hablado con el resto del cuerpo técnico. En cualquier momento nos teníamos que ir. Sólo era cuestión de tiempo. Si no era ante Lanús, podía ser Gimnasia u Olimpo. La decisión ya estaba tomada. Mirá cómo habré estado que no vi el segundo gol nuestro. Si bien miraba hacia el arco, tenía la mente en otra cosa". -Pero de haberle ganado a Lanús hubieras seguido. -No, me hubiera ido igual. Más que nada porque el entorno estaba muy difícil, sobre todo en la cancha, donde había gente que había sido enviada para insultarme. Ya venía pensando en dar un paso al costado, sólo era cuestión de tiempo. -¿Los jugadores sabían acerca de esa decisión? -No, para nada. No podía transmitirles lo que pensaba en ese momento porque creo que ellos son los que más se la jugaron por este cuerpo técnico. Tan es así que sólo tenemos palabras de agradecimiento por todo lo que hicieron. -¿La dirigencia les había soltado la mano después del clásico? -No creo. Hablaba todos los días con el presidente y tengo una buena relación. Cuando fui a verlo el lunes me dijo que tomara la decisión que creyera más conveniente. Lo dejó en mis manos y entendí que no podía seguir. Y al otro día nos reunimos a la noche con López y Veira, y a él le entregué una carpeta con todo lo relacionado al plantel profesional, de todo lo que puede pasar en Newell's, en quién tiene que confiar y en quién no. -¿En quién no tiene que confiar? -No, eso es de consumo interno.
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