Luis Castro / La Capital
La parte anímica es clave", resalta Héctor Veira a cada instante. Y en un equipo abatido por los magros resultados de las últimas fechas, que motivaron la salida de Julio Zamora, trabajar para revertir la situación imperante es lo prioritario. Por eso el Bambino sacó de su manual algunos conceptos con el objetivo de iniciar la carrera de la motivación. En un alto del entrenamiento de la práctica matutina, Veira sacó a relucir su personalidad y, sobre todo, su verborragia. "No hay que conformarse, muchachos", fue la primera frase que disparó el Bambino mientras el plantel entero, cuerpo técnico y hasta utileros escuchaban atentamente. Acudía a la simpleza para transmitir una idea, por eso recogió el ejemplo de Andrés Silvera, el goleador de Independiente que es pretendido por dos clubes de Italia, para ilustrar el mensaje. "Ese jugador se preocupó por progresar. Lo quieren Lazio y también Inter y pagarían diez millones de dólares. Ese pibe va a zafar con una venta así. Pero esto se le presentó porque nunca se conformó. Trabajó y trabajó. ¿Entienden lo que les quiero decir?", dijo Veira, como un erudito en psicología de masas, con el fin de lograr que los jugadores vuelvan a creer en sí mismos. La gran mayoría de los rojinegros, no acostumbrados a este tipo de alocuciones, escuchaban anonadados. Y un Bambino exultante continuaba con la premisa de hacerles entender el claro mensaje que trataba de dejar. Por eso recurrió a un segundo ejemplo. "Michael Schumacher (campeón del mundo en Fórmula Uno). ¿Saben lo que hace? El alemán llega a los entrenamientos dos horas antes que los mecánicos. El quiere ganar siempre, por eso se preocupa. Ganó todo, pero sin embargo no se queda ahí y trata de seguir mejorando, porque el próximo campeonato también tratará de ganarlo. Así son los grandes. Y ustedes tienen que desarrollar sus ganas", resaltaba con hechos simples pero concretos. Y transmitiendo su principal idea con claridad, para que de esa manera fuera interpretada por sus interlocutores. Después de todo este trabajo psicológico en el diván de Bella Vista, que desarrolló en su segunda práctica oficial en el club del Parque, el Bambino fue claro a la hora de definir sus intenciones. "Yo soy una persona que cuando te tengo que motivar, te motivo; pero si debo decirte algo también lo hago. Te agarro aparte y te digo «no estás en el buen camino, qué podemos hacer para mejorar». Uno hace esas preguntas a los jugadores, pero a mí me gusta que entrenen con alegría, se sientan bien y que cuando se vayan a la casa digan «estoy feliz»". Newell's apenas lleva dos sesiones bajo el tratamiento de Veira. El paciente (llámese plantel) debe recuperarse de los últimos golpes recibidos. El apoyo psicológico lo está recibiendo, ahora restará saber si aparece la recuperación deseada.
| |