El seleccionado argentino de vóleibol dejó escapar ayer la posibilidad de alcanzar el quinto puesto en el Campeonato Mundial tras ceder un interminable y emotivo tie break ante el poderoso Italia (24-22), que lo superó por 3 a 2 en el Luna Park. De todos modos, Argentina, que despidió en este partido al menos a Hugo Conte y Javier Weber del seleccionado, se llevó un meritorio sexto lugar si se repara en las expectativas previas. El gravitante ingreso del opuesto Santiago Darraidou, decisivo para que el equipo arribara al tie-break, no alcanzó para doblegar a los azzurros, que al final se impusieron por 29-27 (28m.), 17-25 (23m.), 22-25 (26m.), 25-22 (29m.) y 22-24 (24m). Argentina exhibió en el comienzo una recepción deficiente y un servicio que, con la excepción de los turnos de Milinkovic (máximo artillero del Mundial y elegido el Jugador Más Valioso del torneo), fue poco exigente. Italia supo aprovechar esa falencia en ese pasaje con su opuesto Alessandro Fei, quien sin embargo no mantuvo la misma eficacia a lo largo de todo el período, el último que jugó. Argentina, con un juego algo sucio pero sostenido en ataque por Jorge Elgueta y Milinkovic, desequilibró el parcial inicial por 29-27. El seleccionado repitió errores en la recepción y distribución de juego en el segundo set. Por eso Carlos Getzelevich movió el banco y decidió los ingresos de Hernán Ferraro, Leonardo Patti y Gustavo Porporatto, pero el equipo no ganó en sustancia. Italia, bajo la conducción prolija de Ferdinando De Giorgi, capitalizó el bajo momento del rival y emparejó el partido con un parcial de 25-17. El tercer período, otra vez con Weber en la cancha, fue muy equilibrado. Pero Argentina, sin presionar con el servicio, dependió mucho de los errores del conjunto italiano y terminó perdiendo el segmento por 25-22. Después, con Ferraro y Darraidou en la cancha (en lugar de Weber y Milinkovic) el seleccionado experimentó una reacción justo cuando el desarrollo parecía definido. El opuesto zurdo lideró la levantada Argentina, que llevó el partido hasta el tie-break, después de un comienzo de set desconcertante, con Andrea Sartoretti y Cristian Casoli como vías efectivas del ataque italiano. La definición, bajo el ensordecedor griterío del público del Luna, fue intensa, áspera. Pudo ser para cualquiera. Se lo llevó Italia, pero Argentina quedó con la satisfacción de haber completado una campaña exitosa en un Mundial en casa. (Télam)
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