La conclusión de la actuación del seleccionado nacional en el Mundial Argentina 2002 representó el punto final para los ciclos de Javier Weber, Hugo Conte, Carlos Getzelevich y, probablemente, Jorge Elgueta en el equipo albiceleste.
Javier Weber, de 36 años, lleva 17 con la camiseta celeste y blanca, con la que disputó cinco mundiales, todo un récord.
La despedida del armador no sólo será su adiós al seleccionado sino también su retiro como jugador de vóleibol.
Desde ahora se dedicará por completo a la dirección técnica del Unisul de Brasil (hasta ayer era técnico y jugador), uno de los equipos fuertes de la Superliga brasileña.
"Siempre estaré con la selección, la acompañaré desde algún lado. Ahora lo hago como jugador y mañana no sé, será colgado en la tribuna alentando, pero estaré con el equipo", comentó emocionado el armador.
Para Conte, de 39 años, el partido con Italia marcó su adiós con el seleccionado, pero no el cierre de su carrera como jugador.
El universal argentino fue protagonista de las grandes gestas del seleccionado argentino: el podio en el Mundial 82, el bronce olímpico en el 88 y el cuarto puesto en los Juegos Olímpicos de Sydney.
Futuro incierto
"Todavía no sé qué haré en el futuro, pero este Mundial en casa es el final que soñaba para mi campaña en el seleccionado", dijo Conte, quien vistió la camiseta celesta y blanca por primera vez en 1981.
Conte fue distinguido por la Federación Internacional como uno de los ocho mejores jugadores de la historia.
Otro que anunció su despedida fue el entrenador Carlos Getzelevich, quien reemplazó a Daniel Castellani antes de los Panamericanos de Winnipeg 99.
"Estos años representaron muchos viajes y ahora quiero tiempo para dedicarle a mi familia", dijo Getzelevich.
Mario Goijman, titular de la Federación Argentina, dice que aún no le consta el alejamiento del entrenador y que, por lo tanto, no maneja alternativas para sustituirlo.
También el Mundial fue un punto final para la trayectoria del sanjuanino Jorge Elgueta con la celeste y blanca, aunque el punta no se atreve a asegurarlo en público.
A estas despedidas se sumará la ausencia transitoria de Marcos Milinkovic, quien pretende dedicarle la próxima temporada en forma exclusiva al Asystel Milano italiano.
Es una generación de jugadores que se despide y, a la vez, la oportunidad para una nueva camada que será el futuro del seleccionado. (Télam)