El proceso de reestructuración de los tres bancos que dejó el grupo Credit Agricole desató frentes de combate múltiples entre los sectores involucrados.A la inocultada puja entre el Banco Central de la República Argentina (BCRA) y del Nación en torno a la conducción del proceso, se sumó la semana pasada una resolución del ministro de Economía Roberto Lavagna para regular los procesos de oferta, que apunta a evitar que el proceso termine en una cartelización del sistema financiero. Lavagna quiere evitar que la fórmula aplicada para el Scotiabank, desguazado entre el Macro y el Comafi, se transforme en moneda corriente de la reestructuración y por eso resucitó el Fondo Fiduciario de Asistencia a Entidades Financieras para intervenir en el manejo de las transferencias, con el objetivo de garantizar que "se realicen a través de mecanismos abiertos a todo tipo de inversores y no limitarse a un reparto entre entidades existentes". La propuesta ministerial destaca como importante "la colocación de parte del capital por medio de la oferta pública de acciones en la Bolsa", para lograr una mayor participación de potenciales inversores. Esta decisión significa meter las narices en un ámbito que hasta ahora era exclusivo del Banco Central, quien venía manejando a discreción el toma y daca de las ofertas. Desde el BCRA replican que la venta de un banco tiene peculiaridades como para ser manejadas por especialistas y descreen que las licitaciones públicas sean un buen camino. Así las cosas, no es descartable que se pueda producir un chisporroteo entre Lavagna y el presidente del Banco Central, Aldo Pignanelli, reeditando un clásico del gobierno de Duhalde. El Central tendría la intención de repetir el modelo Scotiabank para la venta del Suquía, el primero de la tríada ex Credit Agricole que sale al ruedo, pero desde el Nación y los bancos involucrados sostienen que esa fórmula sólo vale para entidades que estén suspendidas. El Nación propicia en cambio una fórmula de licitación flexible y ágil para transferir en un corto plazo. El presidente del Nación, Horacio Pericoli, planteó el jueves pasado la intención de vender antes de fin de año, aunque Castiella piensa en plazos más largo para el Bisel. La venta del Suquía es el proceso más avanzado. Tuvo ofertas del grupo Petersen (Banco de San Juan), Hipotecario, Banex, Comafi, Macri y un banco de Miami. En el caso del Nuevo Bisel, el Hipotecario se suma al interés ya demostrado públicamente por los cooperativistas. También se encuentran en etapa de definición las transferencias de Velox y Olavarría.
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