Salta conjuga a lo largo de su vasta y multifacética geografía los más variados paisajes de montaña. Combina sierras cubiertas por selvas exuberantes, valles precordilleranos tapizados de verde y ciudades donde no faltan las iglesias, las plazas y la amabilidad de los pobladores. Estas cualidades hacen posible realizar diversas actividades recreativas, entre ellas: caminatas, cabalgatas, escalada, deportes náuticos y safaris fotográficos, siempre con la compañía de cautivantes escenarios. Desde la ciudad de Salta -capital de la provincia- es posible adentrarse en una auténtica paleta de pintor a través de la ruta para arribar a la cuna de la vid: Cafayate, tierra del sol y sitio elegido por los artesanos para elaborar incomparables tapices y cerámicas. El camino desde la tierra del buen vino invita a descubrir una serie de pueblos dormidos en la historia: Tolombón, San Carlos, Angasto, Molinos, Seclantas y Laguna de Brealito, El circuito salteño prosigue en Cachi, situado a 2.280 metros sobre el nivel del mar y a 159 kilómetros de la ciudad de Salta. El asombro de los visitantes crece cuando se transita por este rincón de la provincia, donde a un costado del río Calchaquí muestran su silueta los pueblitos de Payogas y Cachipampa. De regreso a la capital, el moderno complejo telesférico conduce en pocos minutos hasta la cima del cerro San Bernardo, desde donde se aprecian las torres de las iglesias y el valle de Lerma.
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