cartas

Somos lamentables

Estamos sometidos a la voluntad de políticos elegidos por nosotros en sufragio libre: no culpemos entonces al Fondo, a los intereses capitalistas, a los mercenarios que tienen en sus manos libres la libertad de hacer lo que quieran sin que nadie los castigue por sus faltas ya aburridas de tan repetidas. Somos nosotros, el pueblo todo, los culpables inequívocos de cómplices de todo lo malo y de un poco de lo bueno. A la hora de votar no pensamos en el país, en su futuro que no es solamente nuestro sino de nuestros descendientes, de las generaciones que nos sucederán y de la cual debemos ser respetuosos. Pensamos en el hoy, en el uno mismo, en el metro cuadrado donde transita la vida terrenal sin mirar y sin importarnos cuánto perjuicio causamos obrando de esta manera a la sociedad y por añadidura a nosotros. No tenemos derecho de quejarnos manejándonos de esta manera, no es de hoy, es un comportamiento muy argentino que deviene desde 1810, siempre parejos en las equivocaciones, siempre coherentes en el pensamiento y en los actos sin decoro. Cómplices, es la palabra. Para peor sabemos como somos pero seguimos insistiendo en los yerros. No habrá país de futuro próspero sin un profundo acto de arrepentimiento y humildad, comenzando un camino nuevo y distinto, liberado de ambiciones personales, superficiales y lamentables.
Juan Carlos Abinal