Omar Bravo
En las próximas dos o tres semanas empezarán dibujarse los primeros trazos del perfil político e institucional de la Argentina que ingresará al año 2003, según opinaron varios dirigentes políticos que participan activamente de las corrientes en pugna, así como voceros del gobierno del presidente Eduardo Duhalde. Esa agenda contiene temas pesados que van desde la ratificación o no del cronograma electoral -internas el 15 de diciembre y generales el 30 de marzo-, hasta el juicio a los jueces de la Corte Suprema y un acuerdo con el FMI. Por ejemplo, para los asesores de Adolfo Rodríguez Saá, quien sigue primero en las encuestas, la posibilidad de competir por afuera de las estructuras del justicialismo parece afianzarse, explicado de esta manera la resolución de ese conflicto: "El PJ hará al revés: celebrará su interna en el ballottage". Estiman que la Presidencia de la Nación la definirán enfrentando en segunda vuelta al ex presidente Carlos Menem. Los más sinceros seguidores del puntano confirman en off que "lo único que cambiaría este cuadro sería que se presente el Lole". Pero el de San Luis ve tan cercano su regreso al poder que ya resolvió que la semana próxima sus legisladores en el Congreso vuelvan a ayudar a conformar el quórum y voten el archivo de la causa contra los jueces de la Corte, puesto que no querría lidiar con semejante controversia en su hipotético mandato futuro. Confianza tampoco le falta al menemismo, cuyos diputados se llevaron una agradable sorpresa cuando el martes visitaron al ministro del Interior, Jorge Matzkin, para exigirle el cumplimiento de la interna del 15 de diciembre. "¿Por qué les preocupa tanto la suspensión de la interna si en una general, entre los independientes, gana Menem?", inquirió el funcionario. Repreguntado sobre el origen de semejante dato, Matzkin mencionó una encuesta realizada por el gobierno (Side o Interior, no está claro) sobre 5 mil casos en todo el país. Las buenas nuevas no terminaron ahí, según dijo una fuente a La Capital. "En la interna, en todas las posibilidades medidas, también gana Menem", agregó el funcionario oriundo de La Pampa. "Toto, ¿y De la Sota?", se interesó uno de los visitantes, y el pulgar del ministro apuntando al piso le completó el cuadro. Pero el menemismo sufre en la actualidad tironeos internos que crean tensión dentro del equipo de campaña. El diferendo entre Alberto Kohan y Alberto Pierri por la conducción de la campaña en la provincia de Buenos Aires, que aparentemente había sido resuelta a favor del dirigente de La Matanza, volvió a abrirse. Esta vez fue la aparición del dirigente bonaerense Jesús González, organizando un encuentro de profesionales y técnicos en Costa Salguero, con respetable despliegue presupuestario y por fuera del pierrismo. Para el gobierno, en cambio, la clave está "en los próximos quince días", según explicó una fuente. La movida central incluye lo que llaman "fase final del Operativo Clamor II" sobre Carlos Reutemann. Esta vez jugarán todas sus cartas emisarios gubernamentales, hombres de negocios locales e internacionales, y hasta se esperan nuevos llamados de Silvio Berlusconi y Jose María Aznar. Pero ahora el gobierno tiene un plan B: si Reutemann reitera su negativa, entonces volcará todo el poder, aparatos y recursos materiales a la campaña de José Manuel de la Sota. Después, sólo se tratará de "esperar el resultado y negociar lo que se pueda".
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