El juez de instrucción Adolfo Prunotto Laborde citó ayer a todos los policías que estuvieron de turno la madrugada de la triple violación denunciada en la comisaría 1º para tomarles hoy declaración indagatoria. Entre ellos estarían los presuntos autores del delito sexual. Quienes se entregarían para evitar que el magistrado, que los tiene identificados, ordene la detención y el allanamiento de sus domicilios. Los apellidos de los policías que afrontarían la situación más comprometida son Morales, Ibarra y Canelo. Los dos primeros son oficiales. El restante es un suboficial que revista con el grado de cabo. El grupo de siete u ocho policías que declararán hoy, si acuden a la citación, no solamente serán indagados por el delito de violación. También se les exigirá que respondan, al menos, por otros cuatro ilícitos: privación ilegal de la libertad (ya que la víctima dijo haber estado retenida contra su voluntad en la seccional), amenazas coactivas (la víctima denuncia que fue intimidada para no revelar lo ocurrido), tentativa de cohecho (pedido de dinero exigido a la chica para liberar a su amigo) y falsedad ideológica (omisión de asentar en el libro de guardia el ingreso por robo del joven amigo de la chica). Ayer se conoció en Tribunales la existencia de un testigo de que la adolescente de 16 años y su amigo estuvieron en la comisaría de barrio Martin la madrugada del 26 de julio, pese a la falta de registro en el libro de la seccional. Se trata de un joven que estaba preso y que, mientras lo trasladaban al penal de otra dependencia policial, pudo observar a la adolescente. También vio al amigo de la chica porque con él habría compartido el ámbito de detención durante un rato. A partir de la declaración de los policías, se espera que se entable una batalla estratégica entre las partes. Es que la defensa de los acusados, si no niega directamente que se hubiera cometido el delito de violación, podría plantear que en la habitación de los fondos de la comisaría 1ª hubo una escena de sexo, pero consentida por quien ahora aparece como víctima. Los policías sobre los que recae la imputación más grave designaron como defensor al abogado Luis Laporte. Las cédulas de citación para ellos fueron confeccionadas ayer. En el juzgado donde se realizan las pesquisas preparaban el interrogatorio al que someterán a los policías ni bien los tengan bajo arresto. "Está plenamente probada la privación ilegal de la libertad de los dos jóvenes y el incumplimiento de deberes de funcionario público por la forma en que fueron detenidos. Esa imputación pesa sobre el tercio que estaba de guardia. Lo que falta probar es la violación denunciada", dijo ayer a este diario un vocero tribunalicio. Por lo menos dos de los tres agresores de la adolescente de 16 años que dijo haber sido atacada sexualmente en la comisaría de Juan Manuel de Rosas 1350 ya estarían individualizados. Las violaciones fueron denunciadas el 5 de septiembre pero habrían ocurrido la madrugada del 26 de julio. La víctima estaba en la comisaría acompañando a un amigo que había sido detenido en un operativo salpicado de irregularidades y acusado de un robo a mano armada (ver aparte). Mientras esperaba al chico, la joven aseguró que fue sometida consecutivamente por los tres uniformados. Cuando la denuncia se hizo pública a través de este diario, la dotación completa de la seccional 1ª, de 44 efectivos, fue relevada. Entonces se supo que la investigación estuvo virtualmente paralizada porque el juez que se hizo cargo no había tomado ninguna medida de fondo. Después todo se precipitó. La aparición de un testigo que presenció la detención del chico y la confirmación acerca de la existencia de dos llamados telefónicos, que la adolescente hizo a pedido de los policías para exigir dinero a cambio de la libertad de su amigo, dio verosimilitud a la denuncia.
| |