Año CXXXV
 Nº 49.621
Rosario,
viernes  04 de
octubre de 2002
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Lula pidió un voto de confianza para ganar en primera vuelta
Unos 60 millones de brasileños vieron por TV el último debate electoral de los candidatos

Río de Janeiro. - El candidato presidencial izquierdista, Luiz Inacio Lula da Silva, llamó ayer a los brasileños que aún no han decidido su sufragio, a que le entreguen el próximo domingo en las urnas un "voto de confianza". Unos 700.000 militantes del Partido de los Trabajadores (PT) fueron convocados para dedicar los dos días que faltan para la elección a conquistar los votos que necesita el izquierdista para alcanzar la mayoría absoluta en la primera vuelta. El entusiasmo de los militantes es, tradicionalmente, una de las principales armas del PT, que ayer cerró su campaña proselitista por televisión con un programa en tono emotivo, que recordó la primera candidatura de Lula a la presidencia, en 1989 y posteriormente el llamado a los indecisos. Por la noche, Lula debatió durante dos horas propuestas por la red O Globo con los demás candidatos presidenciales.
"Hoy quiero conversar con las mujeres y los hombres que no se han decidido. Yo necesito de su voto de confianza y, sinceramente yo merezco esta oportunidad para la cual tanto me he preparado", dijo Lula en su último espacio de propaganda política por televisión. De acuerdo con las encuestas, al menos el 7% del electorado (más de ocho millones de personas) no han decidido aún su voto.
El ex líder sindical metalúrgico, quien por el Partido de los Trabajadores (PT) aspira por cuarta ocasión consecutiva a la presidencia de Brasil, apareció en la pantalla chica vestido una impecable camisa blanca con corbata roja, y hablando pausadamente, en un tono afable. Lula, quien encabeza las encuestas con el 49% de la intención de voto, tras insistir en que en el caso de llegar a ser elegido presidente trabajará por un Brasil "justo y soberano", se dirigió a los indecisos diciéndoles que ellos "también quieren el cambio". Además aseguró que en esta ocasión él cuenta con el apoyo de importantes sectores del empresariado y de los ex presidentes José Sarney e Itamar Franco, y desde luego de los trabajadores. "Sólo falta su voto", insistió. Lula, 56 años, quien es un católico practicante, concluyó su intervención pidiendo que "Dios me ilumine".
La intervención televisada del candidato presidencial del PT fue precedida por un elaborado comercial en donde desfilaron imágenes de su trayectoria sindical y política, tanto dentro de Brasil como fuera del país, conversando con líderes políticos, sindicales y con el Papa Juan Pablo II. Con esas imágenes de fondo, un locutor insistía en que el PT es un partido que ha crecido y se ha fortalecido en los últimos años, mientras que Lula ha aprovechado esos años para prepararse para ser el nuevo presidente de Brasil. "Si usted (los indecisos) no cambia, Brasil tampoco", advirtió el mensaje propagandístico.

Con el discurso de Cardoso
Asimismo, el presidente Fernando Henrique Cardoso fue ayer la estrella del programa del opositor PT, que utilizó las declaraciones del mandatario para defender a Lula de los ataques del socialdemócrata José Serra. La Justicia Electoral autorizó el PT a ocupar ocho minutos del programa de Serra para responder a los ataques del candidato que, hace dos semanas, había dicho que el líder opositor no estaría "preparado" para gobernar por no haber ido a la universidad. Para responder ayer a la crítica, el PT difundió imágenes de declaraciones de Cardoso, quien, en la época, intervino en defensa de Lula al asegurar que el título universitario no es un criterio para evaluar a un candidato a la presidencia.
Mientras Lula llamaba a los indecisos, el candidato oficialista José Serra pidió a los brasileños no entregarle el destino del país al líder sindical, al menos sin darle la oportunidad de una segunda vuelta. "Cada voto es fundamental para ir al segundo segundo turno", dijo el delfín de Cardoso.
Lula tuvo anoche una nueva oportunidad de dirigirse masivamente a los electores durante un crucial debate en televisión con sus otros cuatro adversarios políticos, entre ellos el candidato oficialista José Serra, quien ha repuntado en las encuestas siguiendo a Lula con el 21%. Todos los candidatos, que ya han concluido sus actos de campaña, prepararon cuidadosamente su participación en el debate culminante, según sus asesores. "Cualquier error que se cometa no tendrá tiempo de ser remediado", dijo un asesor de Lula.
Analistas habían observado que el debate ponía en riesgo la cómoda ventaja de Lula. "Quien llega a un debate de última hora en las condiciones que Lula disfruta, dependiendo de tan poco para ganar, se expone a riesgos inmensamente desproporcionados al posible beneficio", había advertido Janio de Freitas, comentarista del diario Folha de Sao Paulo.
* Militarizar Río. El gobierno del Estado de Río de Janeiro pidió el apoyo de tropas federales para garantizar la seguridad pública durante los comicios ante la posibilidad de disturbios promovidos por narcotraficantes. La gobernadora Benedita da Silva refirió haber explicado al presidente del Tribunal Superior Electoral, Nelson Jobim, que los órganos de seguridad de Río investigan denuncias de que traficantes de drogas pretenden promover disturbios para desestabilizar el proceso electoral. (AFP, Reuters y DPA)



Lula cerró su campaña con un llamado a los indecisos.
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