"La facultad no va a poner un peso para construir un bar", dijo ayer en forma terminante el decano de Humanidades y Artes de la UNR, Darío Maiorana, mientras un grupo de veinte universitarios ocupaba el despacho sin su consentimiento. Es que estos estudiantes pretenden instalar un comedor universitario con dineros de la facultad. "Si el decano no puede resolver los problemas de los estudiantes se tiene que ir", retrucó la copresidenta del Centro de Estudiantes, María Luz Bagnasco. Concretamente, los universitarios le pidieron 50 pesos al decano para hacer una olla popular, y de esa manera "empezar una cruzada para instalar un comedor universitario". A lo que Maiorana les respondió que "la facultad tiene escasamente el dinero para pagarle a los docentes que vienen a dar clases, por lo tanto es imposible lo que pretenden". De hecho, el decano presentó hace cuatro meses un proyecto para construir un bar, pero concesionado, punto que justamente irritó al centro de estudiantes. "No hay plata para comer ni para tarjetas magnéticas. El reclamo de hoy (por ayer) es para marcar el camino y para demostrar que estamos dispuestos a todo", advirtió Bagnasco.
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