Pedro Squillaci / La Capital
Grupos universitarios extendieron ayer la toma de instalaciones en reclamo de distintas demandas. Anteayer se conoció que estudiantes ocuparon el bar de la Facultad de Psicología para autogestionarlo, en lo que para muchos podía sonar como un hecho aislado. Pero desde la mañana de ayer, unos 50 estudiantes se instalaron en el abandonado edificio del ex sanatorio Rawson (Sarmiento 1437) con la pretensión de crear allí una residencia universitaria. Y, sobre el mediodía, otros 20 militantes tomaron el Decanato de Humanidades porque su titular se opone a solventar con dineros públicos un bar estudiantil. Las ocupaciones fueron abiertamente rechazadas por el rector de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), Ricardo Suárez, y por el presidente de la Federación Universitaria de Rosario (FUR), José María Catena (ver aparte). Los jóvenes que tomaron el ex Rawson pertenecen a Humanidades, Psicología y Ciencia Política. "No somos ocupas, queremos convertir este espacio en algo útil antes que se transforme en un aguantadero o un nido de ratas", dijo el copresidente del Centro de Estudiantes de Humanidades, Denis Vilardo. Pasadas las 9 de ayer, unos 50 universitarios forzaron la puerta de entrada de acceso al garage del ex sanatorio y se ubicaron en las salas del inmueble. Inmediatamente colocaron una pancarta gigantesca con la inscripción "Residencia estudiantil. Nos ocupamos de estudiar". Los vecinos no salían de su asombro. Es que desde el 29 de diciembre de 1997 que no veían tanto movimiento en el inmueble. El Rawson quebró en esa fecha por un pedido del propio directorio de la empresa ante la Justicia, y como consecuencia quedaron sin empleo 143 trabajadores. Entre las sorprendidas de ayer, una vecina que no quiso identificarse dijo ser una de las dueñas de la propiedad, que actualmente estaría en condominio. "Esto es un atropello. Hoy día cualquiera puede entrar a una propiedad privada y hacer lo que se le ocurra", se quejó ante La Capital. Los jóvenes limpiaron el lugar y comenzaron a instalar colchones en el último piso del edificio, para convertir esa sala de espera en un dormitorio comunitario. Los termos de café y mate empezaron a desfilar y festejaron el arribo de algunos militantes sociales, que se llegaron al lugar para brindar apoyo. Entre estos, estuvo la dirigente de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos, Norma Ríos, y una integrante de Abuelas de Plaza de Mayo, Herminia Severini. El titular del Centro de Estudiantes de Humanidades señaló que eligieron el ex Rawson porque "es el mas apropiado". Y admitió que nunca realizaron gestiones ante las autoridades de la UNR para la creación de una residencia universitaria. Los estudiantes que ocupaban el lugar manifestaron que son del interior, como San Nicolás, Pergamino o Rufino. Algunos argumentaron que fueron desalojados de las residencias donde vivían y que sus padres ya no los pueden mantener más. "Me mandan 300 pesos al mes, pero no me alcanzan. Mi papá es médico, pero le pagan remal", dijo Marina Bartlet (Resistencia). No faltaron los que sostenían que "el Estado se tendría que hacer cargo de darles una residencia digna a todos los estudiantes", los que reclamaron la presencia del rector Suárez y quienes prometieron aguantar hasta "las últimas consecuencias" en el lugar. Por lo pronto, ayer al mediodía se organizó una clase abierta en el garage del ex sanatorio, hoy por la noche habrá una olla popular y el sábado por la tarde está anunciado un recital en solidaridad.
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