El representante de las asociaciones cooperadoras en la comisión administrativa del Fondo de Asistencia Educativa, Carlos Franco, reconoció que el estado de muchos edificios escolares es "preocupante". Y aseguró que la deuda que la provincia mantiene con esta entidad (unos cuatro millones de pesos) es una de las causas de esta situación. Además, desde diciembre, el aporte de la municipalidad al FAE se redujo notablemente. "Antes recibíamos unos 350 mil pesos, ahora nos están llegando 90 mil", sostuvo Franco. Aún así, el cooperador sostuvo que "los pocos recursos con que cuenta la provincia se podrían administrar de forma más eficiente" y, en este sentido, propuso formar una cuadrilla de beneficiarios del Plan para Jefas y Jefas de Hogar Desocupados para realizar tareas de prevención. "Una canilla que pierde exige el doble de trabajo de las cisternas y es más sencillo reponer los grifos que afrontar la reparación de artefactos más complejos", ilustró el cooperador. En este sentido, el FAE tiene detectadas 11 escuelas que podrían desarrollar este tipo de proyectos. "Nosotros podríamos capacitar a la gente y brindarles las herramientas", propuso.
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