Aníbal Fucaraccio / La Capital
Gimnasia sigue firme. Y pese a algunos pronósticos agoreros, ayer se recuperó de su caída en Tucumán con un claro triunfo ante Olivos, un equipo que salió quinto en el torneo de la Urba, que estuvo a un punto de acceder a las semifinales y que fue el único que le sacó un empate al SIC en este año. Todo esto dimensiona la victoria, la jerarquiza y proyecta las ilusiones auriazules en el certamen. Los hombres del parque Independencia sintieron mucho el traspié de la semana pasada frente al subcampeón del torneo del Interior. Por eso el cuerpo técnico metió mano en el quince inicial y planteó un cambio en la pareja de medios, nada menos. Irazoqui y Cabeza entraron por Jaimes y Belegni en busca de una mayor dosis de orden en el juego, y la apuesta salió bien. Además, en una cancha hostil, pesada y muy dificultosa de transitar por la lluvia, la experiencia de los ingresantes fue un claro punto a favor para Gimnasia que superó un duro escollo con una solvencia y una solidez defensiva realmente llamativas. En los primeros minutos, los locales intentaron poner en práctica su juego habitual de mucha dinámica, muchos pases y de vuelo con la pelota. Pero rápidamente las complicaciones climáticas echaron por tierra esa idea. Por su parte, Olivos tenía menos la pelota y cuando la conseguía apostaba a los kicks posicionales para ganar terreno, aunque ninguno de los dos tuvo profundidad en sus movimientos. Promediando la primera etapa el partido entró en un bache. Gimnasia no podía desarrollar su juego, y Olivos, obstinado, no encontraba los caminos. Sólo los penales de Denevi sacudían la chatura general. Recién a los 34', el turco Anunziatta logró llegar al try luego de varios movimientos frente al ingoal visitante y los mens sana se fueron al descanso con un apretado 7 a 6 a su favor. En el complemento GER dio una gran demostración de actitud y aptitud defensiva, controló bien los embates de Olivos y utilizó el desborde (en el caso del try de Romero Acuña) y el maul de line (en los tries de Bosch y Borrel) para lastimar en ataque. Así demostró que el equipo está indemne, que no hay cucos en este torneo y que sus aspiraciones en el Nacional de Clubes cotizan en alza.
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