Sacripanti se parece al hijo de la pavota

Lisandro Sacripanti parece el hijo de la pavota. Sale siempre. Ni siquiera permanece en el equipo cuando Newell's necesita ir a buscar el resultado. Así sucedió el sábado cuando fue reemplazado en el segundo tiempo por el brasileño Tilico.
Ahora bien, nadie debería asumir la casi cobarde postura de criticar una variante después de realizada y vistos los beneficios y /o perjuicios que recibió el equipo con la sustitución. Pero hoy, lunes 23 de septiembre de 2002, ¿existe alguien que sepa lo mínimo imprescindible de fútbol que pueda suponer, intuir, o ilusionarse con que Fabricio Rogerio, cuyos antecedentes son apenas discretos, pueda ser más importante para el equipo que el goleador de Casilda?. Notese que la comparación se hace entre un delantero poco difundido y el máximo goleador de inferiores en la historia del fútbol argentino.
De todas maneras, sería temerario crucificar al brasileño y no darle la chance de mejorar, o ponerse en forma. Aunque parece improbable que sea mejor de lo que se vio, hay que darle una oportunidad. Pero jamás en desmedro de Sacripanti.
Las injusticias con el gran artillero de las inferiores rojinegras viene desde lejos, de la época en la que jugaba Gigena de titular y él ingresaba para marcar. Punto y aparte. ¿El presente de Lagorio, es el adecuado como para pensarlo como una alternativa válida entre los titulares? Respuesta. Si la alternativa es Tilico, si; si la opción es Sacripanti, no. Pregunta retórica. Es decir, sin respuesta. ¿Hay jugadores con coronita en Newell's?
Segunda pregunta retórica. ¿Existe un pacto de caballeros entre el técnico y algunos futbolistas para bancarse recíprocamente? Tercera duda. ¿Liendo fue castigado por la expulsión en el clásico? ¿Quién lo sancionó? ¿Zamora? Parece difícil de creer. Justamente el Negro que es uno de los futbolistas con más tarjetas rojas en la historia de Newell's-Central. No debe ser así, la versión debe estar equivocada.