Año CXXXV
 Nº 49.603
Rosario,
lunes  16 de
septiembre de 2002
Min 8º
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Secuestró a una nena de 3 años y lo atrapan cuando dejaba la ciudad
Durante 5 horas rastrillaron la terminal y las rutas al norte. Los hallaron en un micro

Cuando Santos Martín Díaz decidió dejar su Tucumán natal para buscar mejores horizontes en Rosario, nunca pensó que el porvenir le depararía aquí la peor tarde de su vida. Un hombre, al que sólo conocía por su apodo, le quitó a su hija Carmen, de 3 años, y desapareció llevándose a la nena del ámbito en el cual ambos viven: el crotario de la estación Rosario Norte. Cinco horas más tarde, cuando Santos lloraba ante el jefe de la seccional 7ª y un cronista de La Capital implorando ayuda, agentes del Comando Radioeléctrico detuvieron al captor y recuperaron a la niña cuando en un ómnibus de larga distancia pretendían dejar la ciudad.
La pesquisa impuso un febril ritmo de trabajo a la policía, que rastrilló la terminal y controló pasajeros de micros que habían salido después de las 16 hacia el norte de la ciudad, adonde presumían se dirigiría el secuestrador.
"Yo no sé qué pensar. Tengo ganas de matarme, es mi única hija, mi nena... Si a este tipo lo agarro lo mato... no voy a poder dormir más". Santos iba largando de a poco las palabras que su llanto le permitía. Se secaba las lágrimas con sus manos callosas de haber "trabajado siempre en el campo" y buscaba respuestas con ojos vidriosos. "Sólo espero que no le haga nada... que me la devuelva rápido", pedía.
Díaz tiene 35 años y a principios de mayo llegó a la ciudad junto a su esposa y sus tres hijos: dos varoncitos de 4 años y 7 meses respectivamente, y Carmen Francisca Ayelén, de 3. Entonces se establecieron en la casa de la madre de Santos, afincada en Rosario desde hace varios años. "Pero con ella viven algunos de mis hermanos y en la casa no hay lugar", por lo que hace unos 15 días se trasladó al crotario que dirige el padre Tomás Santidrián, en la estación Rosario Norte.
"Estoy bien, dentro de lo que se puede estar en ese lugar. Me recibieron bien y nunca tuve peleas con nadie de allí", comentó Santos al hablar de su lugar de residencia.
Ayer, poco después de las 16, un cuidacoches que se hace algunas monedas entre los visitantes del Mercado Retro se acercó al crotario y le hizo a Díaz una pregunta que lo inquietó: "¿Vos la mandaste a tu nena con el chaqueño a algún lado?". Cuando Santos le respondió negativamente, el muchacho le dijo que el desconocido había subido con la niña a un taxi en la esquina de Callao y Brown. Desde ese momento Díaz empezó a vivir una pesadilla.
Mientras su esposa, recientemente operada de la cabeza, se quedaba al cuidado de los otros chicos, él se fue a la comisaría 7ª. Allí le contó al comisario Belisario Andrade y le repitió a este diario que al chaqueño "sólo lo conocía de vista", que "nunca hubo una pelea ni una discusión", e incluso dijo que el mediodía de ayer le ofreció "para hacer caldo algunos huesos que a él le habían sobrado".

En taxi a la terminal
Pero los datos más importante, los que dirigieron la búsqueda, lo aportaron el lavacoches -que identificó el taxi en el cual el raptor huyó con la nena- y el propio taxista, al que ubicó la policía. Fue el chofer quien le dijo a los investigadores que dejó a las pasajeros en la terminal de ómnibus y que el viaje, de 2,50 pesos, fue pagado con dos billetes de dos.
Además, el taxista corroboró un dato que la policía manejaba desde horas tempranas. Que el destino del chaqueño era la localidad de Coronda, donde "supuestamente tiene familiares y habría estado trabajando tiempo atrás", aseguró un vocero policial que también deslizó una hipótesis: "Puede ser que la lleve para obligarla a mendigar para el".
Por ello, desde la policía rosarina se dio el alerta a otras unidades regionales y se dispuso un operativo en las salidas hacia el norte de la ciudad, especialmente en aquellas que van a la capital provincial. Así las cosas, poco después de las 20.30 una patrulla del Comando Radioeléctrico detuvo en el control de Granadero Baigorria el paso de un colectivo de la empresa Tata Rápido que había salido con rumbo a Santa Fe por la ruta nacional 11, con escalas en las distintas poblaciones que se levantan a la vera del camino. Los agentes controlaron a los pasajeros y allí encontraron a la nena y al chaqueño, quien como había anunciado tenía su pasaje hacia Coronda.
Algunos minutos más tarde Carmen, en buen estado de salud, se reunía con su papá en la seccional de Cafferata al 300. El mismo lugar en el cual Argentino Gómez, el chaqueño de 35 años, quedó apresado como autor de la privación ilegítima de la libertad y a disposición del juez de Instrucción en turno.



El llanto de Díaz, cuando aún no encontraba a su hija. (Foto: Enrique Rodríguez)
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