Carlos Roberto Moran / La Capital
El precandidato radical Rodolfo Terragno estuvo en Santa Fe, oportunidad en que mantuvo una reunión a solas con el gobernador Carlos Reutemann, a quien además de mucho ponderar le propuso crear "un paraguas" que deje fuera de la carrera electoral diversas cuestiones de Estado. Terragno presentó además su propuesta de desarrollo del país a partir de un agresivo plan exportador. A La Capital le señaló que confiaba en que el electorado atienda sus propuestas a pesar de tratarse de un candidato radical que proviene de la fracasada Alianza. El senador nacional coincidió en la propuesta de "que se vayan todos", aunque también dijo que era necesario plantear qué es lo que se propone para el futuro de la Argentina. -El gobierno de la Alianza defraudó a la gente, ¿no lo siente como un peso que puede perjudicar sus aspiraciones presidenciales? -No creo que a Kirchner o a De la Sota les pueda perjudicar el estrepitoso fracaso de los tres últimos gobiernos justicialistas, incluido el actual. El presidido por Menem generó una deuda impagable y un desempleo estructural. Rodríguez Saá declaró alegremente el default. Duhalde devaluó de la peor manera posible, pesificó e inició una vergonzosa e improductiva negociación con el Fondo Monetario. Yo jamás descalificaría a alguien por el hecho de pertenecer al partido que ha causado el desastre argentino. -¿Y el hecho de ser radical? -El hecho de ser radical no significa una carga, de hecho el gran problema o el gran error de De la Rúa fue continuar con la política económica de Menem. Fue mi gran desacuerdo con el ex presidente y eso llevó a mi ruptura con su gobierno a los pocos meses de haberse iniciado. -¿Las elecciones permitirán salir del marasmo en el que nos encontramos? -Depende de qué elijamos los argentinos. La elección en sí misma no es una solución, es una posibilidad que se puede aprovechar o desperdiciar porque si elegimos más de lo mismo o la magia, la desperdiciamos. -¿El radicalismo solo puede sacar al país del pantano? -Ni el radicalismo solo ni todos los partidos juntos. Hoy día todos los partidos sumados representan una minoría. La mayoría del país es independiente. No es una independencia pasiva, la población es independiente activa y defiende esa independencia. Hay que convocar no sólo a los partidos políticos sino también a las organizaciones que representan al capital, al trabajo, a las ONG's. La democracia está cambiando en todo el mundo y a nosotros nos cuesta aún entenderlo. -¿Ese acuerdo tiene que hacerse antes o después de las elecciones? -Antes y después. Yo postulo la formación de un consejo de Estado, como los que existen en España y en Francia, en el cual estén representados a través de personalidades de prestigio, no se trata de hacer una asamblea, el capital, el trabajo, las organizaciones no gubernamentales. Me parece que eso es indispensable. -¿Qué papel debería jugar el ex presidente Raúl Alfonsín, quien ha expresado una frontal oposición a su candidatura? -No soy yo quien debe indicar qué papel debería jugar Alfonsín. El tendrá que jugar el papel que considere conveniente. Nadie puede desconocer lo que hizo por el radicalismo durante muchos años, aunque eso no significa que él sea infalible ni exprese las necesidades del radicalismo del siglo XXI. Yo, en cambio, creo expresarlas. -¿Está de acuerdo con el "que se vayan todos"? -Si el reclamo de una renovación total es amplio y fuerte, hay que escucharlo. En principio no soy partidario del borrón y cuenta nueva, me parece que es uno de los defectos que tenemos los argentinos: cuando algo no funciona, en vez de identificar la pieza que no funciona y reemplazarla, queremos tirar todo y empezar otra vez de cero. Eso creo que nos retrasa, las sociedades más avanzadas no operan de esa manera. -Y en estos momentos, ¿qué correspondería hacer? -Sin embargo, en medio de una crisis tan profunda y teniendo en cuenta que la gente puede no sentirse representada si no hay un cambio total y que además eso puede afectar la legitimidad y la eficacia del próximo gobierno, he dicho que no me opondré a una renovación total dispuesta por una Constituyente, pero no se trata solamente de cambiar sino de ver qué viene después. Por eso estoy más preocupado por diseñar lo que viene después, mostrar cómo se puede cambiar al país.
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