Oscar de la Hoya se consagró como una indiscutible leyenda dentro de la categoría de los welters después de vencer en la madrugada del domingo, en una estremecedora y ensangrentada pelea, a Fernando Vargas y unificar los títulos del Consejo Mundial de Boxeo y la Asociación Mundial de Boxeo. El niño mimado de Los Angeles derrotó a Vargas por nocaut técnico a casi dos minutos de comenzado el 11º round en una pelea en la que De la Hoya mostró su capacidad, veteranía y una velocidad en el cuadrilátero que terminaron paulatinamente con la potencia de Vargas. "Esta victoria se la dedico a mi público mexicano y doy las gracias a Dios", dijo eufórico el indiscutido campeón de los welters en medio del delirio de los más de 11 mil espectadores que colmaron el casino Mandalay Bay de Las Vegas, mientras millones de aficionados lo vieron por TV. De la Hoya, de 29 años, se llevó una bolsa de más de 14 millones de dólares por la pelea que supuso para el campeón el retorno al cuadrilátero después de 15 meses. El buen manejo de cintura y la rapidez de desplazamientos sobre el cuadrilátero sirvieron para evadir los poderosos golpes que sacó Vargas en los primeros cinco episodios. Durante la quinta vuelta Vargas, de 24 años, pareció acercarse a la victoria con los potentes golpes a la cabeza de su rival. El campeón, desde el sexto asalto, comenzó a administrar la pelea. A Vargas se le hizo en cada round más difícil alcanzar al evasivo rival que conectaba y se separaba para después volver de nuevo a la carga. Esta estrategia fue minando la resistencia de Vargas. En el décimo asalto la campana salvó a Vargas después que De la Hoya le conectara un preciso y fuerte gancho de izquierda a la mandíbula del rival que retrocedió en busca de espacio para evitar caerse sobre la lona. El plato de la balanza y las tarjetas del jurado se inclinaron en favor del campeón, mientras el público rugía de entusiasmo. El apoyo del público, la sangre del rival y la seguridad de que tenía la victoria al alcance de la mano, impulsaron a De la Hoya a salir decidido en el undécimo asalto del combate. Una lluvia de rápidos golpes cayó sobre el aturdido Vargas que sólo atinaba a intentar defenderse de la paliza. Al promediar ese round, un poderoso gancho de izquierda a la mandíbula envío a la lona a Vargas, que tuvo que extremar fuerzas para levantarse. La lluvia de golpes continuó cayéndole hasta que el juez Joe Cortez suspendió la pelea y dio la victoria por nocaut técnico a De La Hoya, que ahora tiene una hoja de 35-2. A pesar de la guerra de declaraciones y hasta insultos de Vargas, el campeón reconoció después de la pelea la fortaleza de su rival y la dureza de sus golpes. La pelea no fue sólo un duelo por la unificación de títulos sino un combate personal, entre el monarca de la CMB y Vargas que alentó la ilusión de derrotar a su rival más odiado para enviarlo al retiro. (DPA)
|  El Golden Boy festeja su triunfo con el cinturón. |  | Ampliar Foto |  |  |
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