Carrie es una columnista del New York Star. Es el personaje principal de la serie "Sex in the city", protagonizado y producido por Sarah Jessica Parker e inspirada en la novela de Candance Bushnell que hace furor en los EEUU.
Si se considera que existen en Internet mas de 5.000 sitios sobre la autora de "Sex in the city", se toma conciencia de que es algo más grande que un simple fenómeno del rating. La serie refleja, a través del relato de la vida de cuatro mujeres neoyorquinas, algo que es probablemente uno de los cambios sociales mas profundos del último siglo. Ese cambio puede resumirse así: "Las mujeres ya no son lo que solían ser". Cambiaron, lo hicieron de nuevo.
¿Cómo son las mujeres que de forma arquetípica muestra Sex in the City? Se encuentran entre finales de sus 20 y mediados de sus 40. Son económica y sentimentalmente independientes (generalmente profesionales exitosas). De hecho al ser solteras y ganar bien disfrutan de una capacidad de compra considerablemente elevada. No sólo no están casadas, sino que no tienen ningún apuro (o quizás directamente no les interesa).
Además, por decirlo de algún modo, con respecto al sexo tienen una actitud radicalmente diferente a la de nuestras abuelas. Coleccionan hombres como vos coleccionarías cajitas de fósforos. Se gastan el sueldo en zapatos (¿porqué no?), saben exactamente cuál es la última exposición que hay en el Guggenheim o en el Museo de Arte Moderno de Nueva York y quizás hasta aprovechen la visita para invitar a salir al artista que expone. Sumando todo, son definitivamente distintas a nuestras abuelas o nuestras madres.
Este es un tipo femenino que, aunque aún no predominante, tiende a generalizarse. Es una tendencia que cae desde el Norte y es parte de la nueva sociedad que vas a enfrentar. Sí, adivinaste, si está a cargo de una empresa van a ser tus clientes también. Pensá: ¿qué le vas a vender a Carrie? ¿Seguís haciendo productos para las abuelas cuando las nietas ya se están apoderando del mundo (del consumo)?
La tribu
Crecientemente las empresas se focalizan en lo que se denominan "tribus biográficas". Los compradores de Harley Davidson son una tribu. Tienen gustos, apariencias y hasta una actitud ante la vida similares. Su ícono (Harley) los reúne. Los compradores de computadoras Apple también son una tribu. Sus multitudinarias reuniones anuales en los EEUU llegaron a ser célebres. En una de las últimas, un tanque alquilado por la empresa aplastó, para delirio de la rabiosa multitud de fanáticos de las Mac, un gigantesco logo de la ex archirrival y hoy dueña Microsoft.
El poder de focalizarse en un determinado grupo humano con actitudes, gustos y valores afines no tiene límites. Y el mercado es el mundo, no es "la región". Es en esta perspectiva que cobran más importancia aún las "Carries" y su ejército de mujeres solteras y pudientes.
Si quisieras venderle algo a Carrie, una heladera por ejemplo, o café, o helados, ¿qué harías? ¿Un comercial donde se la ve en actitud de perfecta madre de familia? Si es así, por favor, despertate. ¡Ella no quiere ser una madre de familia! Puede que te caigan mas o menos simpáticas sus convicciones y actitudes pero eso no tiene ninguna importancia ni cambia la realidad. Y la realidad es que Carrie llegó para quedarse.
Aunque las condiciones socioeconómicas y las pautas culturales varían considerablemente, la serie y el movimiento que representa (denominado "singlehood" en los EEUU), tiene su club de fans local. No sorprendentemente se encuentran nombres como Cecilia Milone, Emilia Mazer, Carolina Fal, Andrea Pietra, Virginia Inocenti o Julieta Ortega, entre otras. Profesionales exitosas a quienes el "ancho mundo" no les es ajeno.
El grupo se concentra obviamente en grandes núcleos urbanos y entre individuos de ingresos altos o medio altos. ¿Ya pensaste qué les vas a ofrecer? E igualmente importante, ¿cómo se lo vas a ofrecer?
¿Qué le sucede, qué le pasa por la cabeza a una mujer de clase media alta, que vive sola, se mantiene sola y disfruta de la vida sola? Eso deberías preguntarte. ¿En qué piensa? ¿Qué desea? ¿Cuáles son sus aspiraciones? ¿Cómo puedo servirla?
¿Vos qué vas a hacer?
El retraso que acusan en este campo las empresas argentinas, al menos las que no son grandes multinacionales, es impactante. Pero visto por el lado positivo es una excelente oportunidad de negocio. Si nadie entiende demasiado bien a los consumidores y a sus nuevas pautas de consumo (dictadas por su propia tribu), quien acierte en hacerlo va a ser rey por algún tiempo. Y esto vale para helados, música, ropa o servicios de tintorería. Para todo.
¿Tus productos son adecuados para las nuevas pautas de comportamiento de los consumidores? ¿Enfocás tus líneas de productos y servicios a tribus biográficas perfectamente individualizadas? ¿Te comunicás con ellas de una forma que las haga sentirse identificadas con tu empresa? Si no es así, andá pensando en lanzar nuevos productos o servicios, o en "lavarle la cara" a tu modelo de negocio. ¿Estás a la altura de las circunstancias? No tenés muchas alternativas. ¿Ya pensaste qué le vas a vender a Carrie?