Una semana cargada de promesas incumplibles por parte del Poder Judicial y el Poder Legislativo. La Corte Suprema pretendió tratar la redolarización de los depósitos, pero no lo hizo y por el momento espera el resultado de las reuniones legislativas. Si en el Congreso se aprueba el juicio político a los miembros de la Corte, los depósitos se redolarizan, en cambio, si no hay tal enjuiciamiento lo más probable es que se aplique la redolarización. Si esto último acontece es muy probable que los bancos no puedan devolver los depósitos reprogramados y se proceda a la colocación de un bono compulsivo.
Si los depósitos no se redolarizan, se seguirá con la duda. Resulta improbable que se pueda afrontar la reprogramación a partir del mes de enero de 2003, pero como el Banco Central es como el poeta Machado, "caminante no hay camino, se hace camino al andar", en los próximos meses se anoticiará del destino de los ahorros de la gente.
En la actual coyuntura, los bancos reclaman compensaciones por la pesificación asimétrica de depósitos y préstamos; por la diferencia entre los depósitos actualizados por CER y los créditos actualizados por el Coeficiente de Variación Salarial (CVS); por los amparos y los depósitos actualizados por CER, además por la postergación en la aplicación del CER a determinados tipos de créditos.
Inundados por papeles
Todo esto hace que los bancos queden inundados de papeles del Estado. De allí a la estatización hay tan sólo un paso ya que en las entidades financieras no hay muchos negocios y sólo administran bonos públicos de dudoso cobro y fuerte asistencia de redescuentos del ente rector.
Por otro lado, la obligación de renegociar la deuda con el exterior entre los particulares e inversores extranjeros aplicándose una quita del 40% es ridícula. En los papeles, esto se hará para que el BCRA asista con divisas al particular local y el 40% se hará en un contra documento y se pagará por afuera.
Es una locura que el BCRA se interponga entre privados imponiéndole una quita en la deuda. ¿Será ésta la quita que se le aplique a los títulos del Estado nacional?
Privatizadas contra las cuerdas
Por el lado de las privatizadas, la presión no es menor. No reciben aumento de tarifas y, por otro lado, les imponen renegociar su deuda con el exterior. De esta forma, están ahogando a las compañías ya que no les permiten mejorar sus ventas, cobran en pesos, deben en dólares y les imponen una quita a la deuda que les será difícil de conseguir. En este contexto, es imposible pensar en una recuperación en precios de las empresas privatizadas cotizantes en el recinto bursátil.
En este escenario de alta confusión, incertidumbre e impericia por parte de las autoridades se trabaja para poner un mayor control sobre la venta de divisas de modo tal de proteger al máximo las reservas existentes, y como se sabe, cuando el dólar comienza a ser más prohibido todos buscan lo que no les quieren dar.
En función de todo este escenario se puede concluir que la Bolsa, los bonos, las letras y los plazos fijos en pesos no son un negocio atractiva. Por otra parte, la quita en los bonos del Estado Nacional podría ser del 40%. Mientras tanto, en el mercado opera la cautela y lo mejor es estar comprado en dólares.