El terremoto político y económico que sacude el país sacó a la superficie expresiones ideológicas que parecían olvidadas. El nacionalismo cristiano irrumpió la semana pasada en Rosario de la mano de los seguidores del ex coronel Mohamed Alí Seineldín.
Aunque el líder de la rebelión carapintada de 1990 cumple cadena perpetua en Campo de Mayo por esa asonada -y a pesar de cargar con el estigma de haber atentado contra la democracia-, alrededor de 300 rosarinos colmaron el viernes la Sala Luz y Fuerza presenciar la videoconferencia "Seineldín, el último patriota II".
La convocatoria contó con la bendición de la esposa del ex coronel, Ana de Seineldín ("es la primera vez que participa de un acto fuera de Capital Federal", se entusiasmaron los organizadores) y fue el lanzamiento oficial del Movimiento Nacional por Dios y por la Patria; Comunidad Organizada.
Un día antes, el jueves, otra persona del círculo más íntimo del ex líder carapintada estuvo en Rosario: se trata del ex capitán Gustavo Breide Obeid, quien vino a presentar su flamante candidatura presidencial por el Partido Popular de la Reconstrucción (PPR).
Breide Obeid (licenciado en ciencia política) estuvo 7 años preso por la rebelión carapintada del 3 de diciembre del 90 y fue cofundador -junto a Seineldín en el penal de Magdalena- del Movimiento por la Identidad Nacional e Integración Iberoamericana (Mineii) y, luego, del PPR.
A pesar de que ambos acontecimientos fueron casi simultáneos, se trata de dos expresiones independientes del seineldinismo pero que se arrogan la representatividad del pensamiento del ex coronel. En Luz y Fuerza incluso se firmó un documento en el que -se aseguró- el ex militar avalaba al flamante movimiento como el "único" en Rosario fiel a sus ideas.
Breide Obeid (quien dijo desconocer al grupo rosarino, pero aceptó que "existen otras estructuras que pueden adherir a la figura del coronel"), por su parte reivindicó el papel de continuador de las estructuras (Mineii y PPR) que cofundó luego de que Seineldín proclamó su total prescindencia política, aunque éste conserva su calidad de "referente".
De todos modos, ambos sectores levantan las mismas banderas y alertan sobre el grave peligro que representa el "imperialismo norteamericano, cuyos planes contemplan quedarse con parte del territorio nacional" (prueba de ello -aseguran- es la presencia de los Marines en Argentina).
El enemigo
"Cuarenta millones de norteamericanos están con las valijas preparadas para venir a vivir acá", aseguró Héctor Alamprese (de la junta calificadora del Movimiento Comunidad Organizada) en Luz y Fuerza para luego advertir: "No tenemos más tiempo, están descuartizando al país. Si no hacemos nada el enemigo viene por nosotros".
En el acto, que contó con la presencia de ex combatientes de Malvinas, donde la única consigna que se gritó fue "viva la patria", se abucheó cada vez que en en video aparecía una foto del ex presidente Carlos Menem y se repudió la versión de Charly García del Himno Nacional, se llamó a trabajar por los valores naciones, "destruidos por la globalización", como única herramienta para lograr una "refundación de la República basada en la justicia social, la independencia económica y la soberanía política".
Ignorado por los medios
Sin un auditorio a convencer, Breide Obeid (acompañado por el presidente del PPR en Santa Fe, Eduardo Torrisi, y el candidato a intendente de Rosario, Osvaldo Dolce) responde con exhaustividad cada pregunta de la prensa y fundamenta cada una de sus respuestas. La verborragia del ex capitán -que no le permitió probar el café que le habían servido- quizá se explique por una queja que deslizó al pasar: el silencio de la prensa porteña a sus propuestas. "Lo peor que le puede pasar a un candidato es que lo ignoren". Luego se lamenta porque hicieron dos actos multitudinarios en Buenos Aires y "no salió una sola línea".
También se queja de que le cuelguen el mote de "golpistas". Al respecto aclaró que la Cámara Federal que lo juzgó "acreditó que (el motín) no pretendió el derrocamiento de alguno de los poderes públicos".
Asegura que pretende llegar al poder los mecanismos democráticos, pero considera que se debe modificar el monopolio de la representatividad: "Los partidos políticos no pueden tener el monopolio de la representatividad. Hay nuevas formas de democracia directa que se están expresando: las asambleas populares, la protesta de la gente... Son formas de expresiones de la gente que no cree en las instituciones".
Luego de adherir "al que se vayan todos", sobre todos los "personajes que gobernaron el país estos últimos 30 años y que ahora vuelven a ser candidatos", dice que es la actual clase política la que "está destruyendo el sistema democrático por la falta de credibilidad en el sistema".
Cambio y fuera
En cuanto a su proyecto, Breide Obeid proclama que "el primer cambio no es ni económico, ni político, ni social, es moral: hay que terminar con la impunidad, para lo cual se debe independizar la Justicia de los poderes Ejecutivo y Legislativo".
La propuesta del PPR no contempla "arreglar" con el FMI. "Argentina puede autofinanciarse con su PBI". Como ejemplo pone los 10.000 millones que se perdieron de las reservas en los pasados cinco meses, "con los cuales podría haberse puesto en marcha un plan de emergencia y crecimiento de producción y desarrollo".
Breide Obeid pretende poner en marcha un ambicioso programa productivo, para lo cual se necesita "algo que desde 1945 falta en Argentina: planeamiento", y reconoce que para ello es necesario un fuerte poder político.
"Hoy es imposible un verdadero plan de desarrollo porque carecemos de poder político ya que "somos gobernados por bandas. No estamos presenciando una lucha para llegar al poder legalmente, estamos viviendo la interna del PJ, una lucha entre mafiosos", disparó.
El máximo referente del seineldinismo sorprendió al no descartar discutir un plan "nacional" con Elisa Carrió o Luis Zamora. "La antinomia derecha-izquierda es falsa; acá hay dos partidos: los nacionales y los que están al servicio de intereses extranjeros".
"Fijese el vicepresidente del PPR de la provincia de Buenos aires viene del Frente de Izquierda Nacional y el presidente del de Avellaneda, del MAS. Este no es un problema ideológico, es un problema de amor a la patria", abundó el ex capitán.