cartas

Argentina ¡pobre país!

Soy ciudadano común, argentino, 65 años y orgulloso de serlo. Sí, orgulloso por nuestro territorio, el que Dios nos entregó, regalándonos un tesoro invalorable. Volvemos nuevamente a ser espectadores de las internas de los supuestos representantes, que cada día nos demuestran más lo poco que les importa este sufrido pueblo, que les da poder y representatividad con el voto y les da poder económico con el sacrificio de pagar impuestos, que cada vez son más imposible de pagar. No contentos con el dinero que les aportamos, se endeudan con pedidos de préstamos que avalamos y tenemos que pagar cada uno de nosotros y lo que es peor, lo hacen sin pedirnos autorización. Ellos tienen que rendir cuentas al "poder" internacional y a nosotros que hipotéticamente somos el "soberano" ¿por qué no? Digo que nuevamente somos espectadores, pues desde el año 1955 que escucho y observo los cambios de funcionarios y principalmente de ministros de Economía, con soluciones mágicas (para ellos) y apriete y sufrimiento (para nosotros) y lo peor de todo esto es que nunca nos solucionaron nada. Hemos pasado inviernos, veranos, temporales y seguimos pasando y todavía después de tantos años no podemos ver el sol, ese sol que tanto nos prometen las campañas electorales y luego cuando son gobierno no cumplen. Creo que
es hora de que el soberano empiece a pensar en cómo demostramos a estas "figuritas repetidas" que ya no comemos vidrio y para ello tenemos que unirnos y hacer un frente común para que nos escuchen. Por eso cuando digo Argentina, ¿un país pobre? Yo digo que no, pobres ideales y proyectos, son nuestros
dirigentes y pobre país que tiene que soportarlos.
Hugo José Viegas