Año CXXXV
 Nº 49.595
Rosario,
domingo  08 de
septiembre de 2002
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En Alcorta 200 familias trabajan en microemprendimientos comunales
Hilado de lana, cría de pollos, viveros, huertas y costura amplían la labor de la comunidad

Osvaldo Flores / La Capital

Alcorta. - "Rescatando nuestras raíces culturales", es la frase elegida por la comuna para encarar microemprendimientos en los que participan unas 200 familias y, a pocos meses de su implementación, ya se han constituido en un ejemplo de cómo crear trabajo con escasos recursos y una gran cuota de imaginación.
Hilado de lana a mano con rueca y telar, vivero, costura y reacondicionamiento de ropa, huertas comunitarias y domiciliarias y cría de pollos son algunas de las actividades que forman el plan social de desarrollo sustentable en producciones tradicionales y alternativas que impulsa la comuna presidida por Vicente Martelli.
"Todas estas actividades tienen como principal objetivo prestar los conocimientos para que las personas que aquí trabajan se formen en un oficio. Se trata de dignificar a la gente mediante el trabajo y lograr que adquieran conocimientos que podrán poner en práctica en el futuro para conseguir su propio sustento", destacó Martelli.
Aunque tradicionalmente ancestral, acaso la labor más novedosa encarada por la comuna y 10 integrantes del programa Jefas de Hogar es el hilado de lana, mediante ruecas y telares. En dos turnos de cuatro horas, las mujeres transforman la lana recién esquilada en lana virgen hilada, que hasta se puede teñir de distintos colores con elementos naturales, como cáscara de cebolla, té o mate.
Un kilo de lana esquilada cuesta unos dos pesos. Cuando ya está hilada, su costo trepa hasta los 30 pesos, pero su valor agregado aún puede crecer, porque la comuna también imparte clases para usar esa lana en la producción de ponchos, chalecos, medias, gorros o alfombras. El proyecto es tan interesante que el gobierno provincial ya tiene planeado implementarlo en otras localidades.
Mientras, otras 76 familias se dedican a la cría de pollos. Cada una de ellas recibe 20 pollitos, el alimento necesario para 8 semanas de crianza y asesoramiento. Al término de ese lapso entregan 7 pollos a la comuna, para que el producido de su venta se reinvierta. Los 13 pollos que quedan en poder de los criadores significa asegurar el consumo familiar de un kilo de carne por día.
El proyecto también contempla la crianza de conejos y gallinas ponedoras, que sumado a una huerta domiciliaria conforman la concreción de una pequeña granja familiar que no sólo sustente el alimento diario, sino además la posibilidad de vender el excedente.
En el vivero comunal, otras 20 personas se dedican a la producción de plantas para el arbolado público en calles, parques y plazas. En tanto, otro grupo de mujeres, también integrantes del plan Jefas de Hogar, reacondicionan ropa usada y, con retazos y sobrantes de lana virgen, confeccionan acolchados que se distribuyen entre las familias más humildes. Por otra parte, el tambo es una experiencia piloto recién iniciada. Por el momento hay una sola vaca, que provee 25 litros de leche al día, pero pronto se agregarán otras dos y así se logrará autoabastecer al comedor comunitario de Alcorta.
Todos estos emprendimientos fueron encarados desde la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable, que ahora apunta a implementar, junto al colegio San Francisco, el reciclado de basura orgánica. Paralelamente, avanza en la creación de un Eco Club, porque "los chicos en edad escolar son los mejores concientizadores en el ámbito familiar y, además, así podrán ocupar su tiempo al aire libre en algo tan sano e importante como es el cuidado del medio ambiente".



Un ejemplo de cómo crear trabajo con pocos recursos.
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