La guerrilla colombiana gobierna en un pueblo cocalero

Bogotá. - La guerrilla de las Farc se ha convertido en la única "autoridad" del municipio de Miraflores, en la selvas del sur colombiano, donde instalaron a un joven rebelde de 23 años como presidente del gabinete de gobierno municipal, revela la prensa en Bogotá.
El grupo rebelde marxista destruyó en 1998 las instalaciones de una base antinarcóticos ubicada en Miraflores, logrando sacar a los agentes que se encontraban en esa región. El informe del diario El Tiempo indica que es tal el dominio de los subversivos que montaron un "gabinete municipal" presidido por un hombre de 23 años, conocido como "Arcesio Mateguadua", un alias o nombre de guerra, e integrado por otros cinco insurgentes.
El rotativo indicó que en los últimos dos meses esa organización ha efectuado varias "acciones de gobierno", como la carnetización de la población, con el objeto de evitar la entrada de "personas indeseables, como vagos y drogadictos". La medida establece que los habitantes deben portar el carnet de identidad, so pena de pagar una multa de 80 mil pesos (30 dólares) o bolsas de cemento. Además, expulsaron a las prostitutas, quienes se instalaron a cuatro kilómetros de la población y son visitadas casi a escondidas por algunos lugareños.
La seguridad de Miraflores (430 kilómetros al sur de Bogotá) está en manos de los comandos urbanos de esa guerrilla, quienes cuidan los movimientos de los pobladores y la llegada de extraños. "Aquí no entra ni sale nadie sin autorización de nosotros. Si alguien tiene un familiar que tiene que visitarlo, debe consultarnos su ingreso. Si viaja solo, debe regresarse. No permitimos el ingreso de armas", explicó "Mateguadua".
Además, establecieron el cobro de impuestos en una pista aérea de la localidad e incluso reorganizaron el pago de los servicios públicos. El Tiempo indica que las Farc además mantienen pistas aéreas en diversos caseríos próximos, desde los cuales despachan sus cargamentos de coca hacia Surinam, Brasil y Venezuela. También usan el río Vaupés para transportar víveres, alcaloides y armas.
Los pobladores aseguran que las cosas no han "cambiado mucho" con la presencia de los insurgentes, pues continúan trabajando en los plantíos de coca. No obstante, existe temor en el pueblo sobre la llegada de paramilitares. El comandante de la Brigada Móvil 7, coronel Jairo Rodríguez, consideró que la recuperación de Miraflores implica una estrategia integral. "Si el problema fuera llegar a Miraflores, ya lo habríamos hecho. El problema es permanecer allá y eso se debe hacer en conjunto con el gobierno. Junto con la tropa deben llegar obras sociales", explicó. (DPA)