Bocinas de los autos y cacerolas marcaron las 14 de ayer en el centro rosarino. Mientras desde los balcones de muchos edificios caía una lluvia de papelitos, en la esquina de Pellegrini y Corrientes, como al igual que en Córdoba e Italia, la protesta nacional se expresó ayer a alto volumen. En tanto, diversas escuelas participaron en la jornada contra la violencia en forma espontánea. Según indicaron directivos de los establecimientos -a pesar de no recibir convocatorias para sumarse a la manifestación- al enterarse de la protesta por los medios de comunicación, muchos establecimientos educativos decidieron ser parte de la jornada. Las actividades, en su mayoría, se concretaron en las aulas y patios escolares. Luego de que los docentes trabajaron el tema con los alumnos en las horas de clase, los chicos se unieron con aplausos y batucadas. En el Normal Nº1, según indicaron autoridades, "durante la mañana se habló del tema en todas las divisiones y, a las 14, los alumnos del turno tarde salieron al patio externo -sobre la plaza Sarmiento- cantaron el himno, aplaudieron durante 5 minutos y cerraron la manifestación al grito de "¡Argentina, Argentina!". También se indicó que la adhesión fue decidida al conocerse la iniciativa: "No podíamos estar ajenos". Por otra parte, muchos de los autoconvocados que se concentraron estruendosamente en esquinas, dijeron que por Internet circularon variados mensajes por correo electrónico invitando a ser parte de la jornada.
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