La actividad agropecuaria sufrió profundas transformaciones en la última década. Los cambios productivos como el avance de la soja y la intensificación tecnológica, junto con la concentración de la tierra, la aparición de nuevas formas de gerenciamiento, el éxodo a la ciudad y el retraimiento de la ganadería son algunas de las modificaciones que se pudieron captar en un estudio preliminar al censo agropecuario, realizado en 1999 en el partido de Pergamino. El Indec y el Inta de esa localidad llevaron adelante ese relevamiento. Según el estudio, de las 1.605 explotaciones existentes en 1988, quedaron 1.216, lo que significa una reducción de un 24 %. La mayor caída se registra en los minifundios o empresas de menor escala -entre 0 a 25 hectáreas- dedicadas a la actividad agrícola y en menor medida a la ganadería. Como contrapartida se registró un aumento de las explotaciones de entre 500 y 2.500 hectáreas. El estudio señaló que el tamaño promedio entre las dos mediciones creció de 178 a 235 hectáreas. Los datos del estudio preliminar dan cuenta de una tendencia que se viene consolidando en esta última década y que tiene que ver con la concentración de la propiedad de la tierra. Esto pone en evidencia que, si bien disminuyó significativamente el número de explotaciones, no bajó de la misma manera la superficie de la tierra destinada a agricultura. En 1988, 285.548,7 hectáreas eran ocupadas por actividades agrícolas en tanto que en 1999, la superficie utilizada fue de 285.516,2 hectáreas. Los especialistas del Indec estiman que los datos del censo mostrarán una consolidación de esta tendencia.
| |