El Papa Juan Pablo II recibió ayer a los obispos argentinos Jorge Casaretto (San Isidro), Carmelo Giaquinta (Resistencia) y Edgardo Storni (Santa Fe), con quienes intercambió información sobre la realidad social del país, las instancias del Diálogo Argentino y la reforma económica que encara la Iglesia. Según trascendió de fuentes oficiales, los tres presentaron el informe diocesano de los últimos años y aportaron distintas consideraciones en cuanto a la crisis que padece el país y sus preocupaciones pastorales de corto y mediano plazo. Acerca de la conversación del Santo Padre con monseñor Storni se mantuvo un estricto silencio. Tampoco hubo, por el momento, ningún anuncio oficial sobre posibles sanciones para el prelado santafesino, acusado por presuntos abusos sexuales a seminaristas. No obstante, algunos vaticanistas anticipan en Roma que "en los próximos días podría surgir algo, porque el Papa no quiere puntos oscuros en la formación de los futuros sacerdotes". Sin embargo, las mismas fuentes insistieron en la posibilidad de que el prelado no regrese a su diócesis y que en cambio quede en la sede vaticana con un cargo de perfil bajo, que no representaría un ascenso como era habitual en otras oportunidades.
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