Jorge Sansó de la Madrid / La Capital
Santa Fe. - El juez de instrucción de la tercera nominación, Julio César Costa, estaría estudiando citar a declarar al arzobispo Edgardo Gabriel Storni en el marco de la investigación que lleva adelante por los delitos de coacción amenazante y falsedad ideológica de las que fuera víctima el sacerdote José Guntern en la noche del pasado 22 de agosto, según pudo saberse en fuentes tribunalicias. La razón por la cual el magistrado podría llegar a adoptar esa determinación se basa en que uno de los miembros de la cúpula del Arzobispado santafesino que se encuentra imputado en la causa -se dice que se trataría del canciller Carlos Scatizza- habría declarado que "recibió órdenes de la autoridad superior" para ir a buscar a Guntern a su domicilio y trasladarlo hasta la sede del Arzobispado, donde se sucedió el hecho denunciado. Dado que la mencionada autoridad superior de la curia es precisamente monseñor Storni, la investigación deberá determinar si esa referencia alude directamente al arzobispo y en ese caso establecer fehacientemente si de él partió la orden de buscar a Guntern y lograr de éste una retractación. El juez Costa investiga lo sucedido esa noche en la curia capitalina, tema por el que ya indagó a casi todos los involucrados, entre ellos el vicario general y actual reemplazante de Storni, Hugo Capello; el vicario para la Educación, Mario Grassi; el vicario para la Pastoral Social, Edgard Stoffel, y el canciller Carlos Scatizza. En las próximas horas dispondría la comparecencia de los dos seminaristas que también estuvieron presentes durante la coacción ejercida sobre el anciano sacerdote, Gastón Bertero y Ariel Berutto. Ambos habrían recibido al padre Guntern a su llegada a la sede arzobispal y lo acompañaron hasta el Vicariato, donde tuvo lugar la reunión en la que bajo amenazas e insultos lo obligaron a firmar su retractación ante un escribano y un acta canónica para ser presentada en el Vaticano. Aún restan otras dos indagatorias: las del padre Marcelo Oscar Mateo, quien se encuentra en la Santa Sede acompañando a Storni en su visita ad límina -fuentes del clero indicaron que regresaría el próximo día 24- y la del vicario para la Pastoral Social, Edgard Stoffel, quien brindaría su testimonio en una indagatoria dispuesta para la semana entrante. Las versiones más fuertes en los Tribunales señalan que cada uno de los sacerdotes brindó al juez Costa un relato muy diferente, por lo que el magistrado dispondría careos entre los imputados, e incluso con el padre Guntern. Recién después de estos trámites judiciales Costa estaría en condiciones de resolver la situación de cada uno de ellos y si como se especula dicta el auto de procesamiento de alguno o todos los integrantes de la cúpula de Arzobispado se abriría otro capítulo que pondría en la mira de la Justicia al propio arzobispo Storni, a quien los involucrados intentan con un discreto pero férreo asesoramiento jurídico despegarlo del incidente. Profesionales del foro capitalino indicaron que creen advertir que los sacerdotes imputados, a pesar de que aparecen ante la opinión pública como asistidos gratuitamente sólo por el defensor oficial, estarían siendo asesorados por profesionales muy experimentados. Algunos arriesgan a opinar que se estarían forjando estrategias diferentes aunque con un punto de contacto: intentar dejar a Storni fuera del incidente con Guntern, una cuestión por la que también estaría preocupada la Nunciatura Apostólica en la Argentina. Cabe recordar que sobre monseñor Storni existe otra investigación judicial: la que lleva adelante el juez de instrucción de la quinta nominación, Eduardo Giovannini, intentando determinar su el prelado cometió el delito de abuso de menores. Ante este magistrado el ex seminarista Martín Lascurain ratificó que fue acosado por el arzobispo en el incidente que, a la postre, derivó en lo que es la causa que investiga Costa.
| |