La policía indicó que todos los que intervinieron en el secuestro son varones, civiles y de condición humilde, y varios de ellos serían oriundos de San Pedro. Los malhechores usaron al menos tres viviendas de zonas pobladas y se movieron en vehículos viejos, entre ellos un camión y un Renault. El aguantadero de la banda habría estado ubicado a sólo diez cuadras de la casa de los Bernardotti, dato que conocieron desde un primer momento los investigadores, quienes no obstante decidieron no actuar antes porque desconocían dónde estaba el chico y su estado. Incluso se habló de una supuesta estrategia para dejar trascender presuntas desinteligencias entre los policías, con el fin de hacer ganar confianza a los maleantes y hacerles "bajar la guardia". La detención de los secuestradores se logró luego de que la Policía detectara los lugares desde los que se hicieron los llamados a la familia del chico, que fueron realizados desde teléfonos públicos. Tres de las llamadas se hicieron desde un mismo teléfono público, en San Pedro, por lo que la policía logró filmar a la persona que los realizaba así como dos de los vehículos usados por la banda.
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