Toda una vida dedicada al fútbol. Todos los esfuerzos realizados en las divisiones inferiores con el objetivo de llegar a primera y triunfar en el equipo de sus amores que a veces resultan en vano. Porque llega un momento en cada institución en que hay que tomar decisiones difíciles. De esas duras, tanto así que en ocasiones se define el futuro de un jugador. Y eso ocurre cuando se debe determinar quiénes continuarán en el club. Ahí comienza, para algunos, la película en la que nunca hubiesen querido ser protagonistas principales, mientras otros resultan beneficiados porque logran sacar más réditos negociando su propio pase.
Los pibes, sobre todo, que pelearon durante años por una oportunidad en primera sufren la ansiedad que genera esta situación de esperar el telegrama con la notificación que deberán firmar su primer contrato o en el caso de otros convenir uno nuevo para seguir ligado a la entidad. Pero cuando esto no ocurre la vida parece hacerse trizas. Y esto es lo que debieron padecer Juan Pablo Rivoire, Lucas Hure, Juan Domingo Sánchez, Diego Luque, Raúl Damiani, Ignacio Ozafrán, Mauro Conocchiari, Diego Romano, Aldo Echenique, Alejandro Bravo, Matías Pavoni, Germán Real, Darío Gigena y Diego Bono, quienes a fines de junio pasaron a ser desocupados.
En busca de un destino
El defensor Aldo Echenique, quien está por sumarse a Central Norte de Salta (juega en el torneo Argentino B), fue uno a los que más le costó recuperarse de ese duro golpe que le significó quedar sin trabajo. "Me tomó por sorpresa, nunca me imaginé volver de una lesión y que me dejaran libre. Muchos hablaban de que el próximo 3 de Newell's era yo, pero quedé pintado", sostiene aún con mucha desilusión. Y casi sin que hiciera falta tratar de ahondar más sobre el tema, agrega: "Después de siete meses de recuperación Llop me dijo que no me iba a tener en cuenta. Cuando asumió Julio (Zamora) siguió todo igual, porque subió a otro pibe (Del Río). Quedé más pintado. Un grupo de jugadores fuimos a entrenarnos con la cuarta, luego nos subieron a reserva, pero por un problema nos bajaron otra vez a la cuarta".
"Sentí mucha impotencia porque no tuve la oportunidad de demostrar si podía jugar o no", sostiene.
Otro que también se mostró sorprendido con la decisión leprosa fue Juan Pablo Rivoire, quien continuará su carrera en el fútbol israelí. "No pensé que no iba a seguir en la entidad. Como había jugado en la cuarta que salió campeona y que dirigía Zamora creí que me quedaba. Fui el único de los que la integraban que tuvo que dejar el club", expresa con una amargura que aún permanece intacta más allá de que tenga chances de poder vivir del fútbol. Y eso es lo que más importa a esta altura de las circunstancias y lo que le permite mantener las fuerzas necesarias para seguir luchando en esta dura profesión de futbolista.
Lucas Hure tuvo su oportunidad de mostrarse en primera, pero después quedó en el olvido. Hasta que también pasó a engrosar la lista de los libres. ¿Por qué dejó de ser tenido en cuenta? La explicación pasa por un solo lugar, según las palabras del papá del jugador: "Porque no firmó para un empresario. Un día dijo que si arreglaba con él iba a ser tenido en cuenta. Quiero resaltar, además, que los técnicos no tienen nada que ver". Hure padre habla tratando de dejar en claro los motivos por los cuales el volante central que debutara con Andrés Rebottaro desapareció de la escena leprosa.
El golpe fue duro, pero con el paso de los días y a medida que algunas propuestas fueron apareciendo, Hure logró sumarse a Temperley. "Un grupo inversor le compró la mitad del pase en una cifra importante y hay una posibilidad de que a fin de año se vaya a Suiza", cuenta ahora sí con alegría después de haber soportado las penurias lógicas que aparecen después de esa libertad no deseada.
Diego Luque está analizando varias alternativas, algunas locales y otras del exterior. La propuesta más firme es la de Badajoz de España, aquella entidad que durante un tiempo manejó Marcelo Tinelli. Pero también surgió una posibilidad para incorporarse a Cruz Azul de México (las negociaciones las lleva adelante el Pipa Higuaín). "Esta semana se tiene que definir", dice el arquero que actualmente se entrena en Newell's de Cañada de Gómez para mantenerse en forma.
Juan Domingo Sánchez tenía una posibilidad en Chile, pero por el momento se diluyó. El volante central, que jugó varios partidos de titular, se entrena por su cuenta mientras analiza si acepta o no el ofrecimiento de Argentino.
El delantero Alejandro Bravo y el volante Diego Bono están realizando una prueba en Unión Leiría, club de la primera división de Portugal. "Ojalá que puedan quedarse", se ilusionan los familiares de ambos jugadores tras la consulta de Ovacion.
Raúl Damiani estuvo aguardando hasta último momento la confirmación para sumarse a un equipo de España, pero al final acordó vincularse a Independiente. Germán Real, que estuvo a préstamo en Banfield en el torneo pasado, se incorporó a Talleres. Nicolás Pavlovich, quien se negó a arreglar contrato con Newell's y permaneció sin jugar durante varios meses, se convirtió en jugador de Racing.
Matías Pavoni había sido cedido a préstamo por una temporada a Central Córdoba, donde tuvo una destacada actuación. A su regreso a Newell's fue incluido en la lista de prescindibles y el Chivo fue a probar suerte por otros lares y recaló en Cádiz, de la tercera división de España.
Mauro Conocchiari se fue a Italia con el fin de tratar de conseguir una oportunidad en ese país. Mientras tramita el pasaporte de extracomunitario, el delantero se sumó a un equipo amateur de ese país.
Diego Romano, después de haber sido olvidado por mucho tiempo, se alejó del Parque y estuvo en México, donde no arregló y regresó.
El caso de Darío Gigena fue el más llamativo porque finalizó el torneo Clausura jugando de titular y fue respaldado por Julio Alberto Zamora cuando era resistido por los hinchas. Pero el Toro quedó libre y se fue a Italia, donde estuvo a prueba en algunos equipos de segunda división. Pero al no arreglar aceptó incorporarse a The Strongest de Bolivia.
Si bien las grandes esperanzas de triunfar en Newell's se diluyeron casi de manera instantánea, la mayoría consiguió club (otros pocos lo están intentando). Y, por tal motivo, aquellas ilusiones reaparecieron. Aunque siempre quedará ese resabio difícil de digerir por no haber podido triunfar en el club que los vio nacer.
La Ciudad
