Año CXXXV
 Nº 49.575
Rosario,
lunes  19 de
agosto de 2002
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Popik: "El riesgo es sembrar con un gobierno y cosechar con otro"

"Los productores agropecuarios van a sembrar con un gobierno y a cosechar con otro, y eso en un país en el que se han pulverizado los contratos es un riesgo". Carlos Popik es presidente de Monsanto Argentina, la compañía líder en el sector de agroquímicos, rubro en el cual la devaluación provocó pérdidas globales por 800 millones de dólares.
Tras un primer semestre conflictivo debido a la discusión por el pago de los créditos otorgados al sector agropecuario en las campañas anteriores, la compañía que produce glifosato y la soja RR se lanzó a recomponer la relación con los otros sectores de la cadena comercial, de cara a una campaña de granos gruesos que en la última semana recibió el impulso de un brusco salto de los precios internacionales de la soja y el maíz.
"Da la sensación de que estos precios animan a algunos a usar una mayor tecnología y todavía estamos a tiempo de cambiar, de usar la mejor semilla, fertilizar y todo los demás. Pero juega en contra la incertidumbre de un gobierno que te cambia todos los días las cosas de lugar, que por ejemplo puede aumentar las retenciones", señaló Popik. Advirtió, en ese sentido, que la incertidumbre política "hace que el productor se juegue los menos posible, ya que al riesgo capital, al riesgo climático y al riesgo económico se le suman riesgos de todo tipo, entonces trata de minimizarlo achicando costos".
El directivo de Monsanto estimó que, por esta situación, aunque se siembre la misma cantidad de hectáreas que en la campaña pasada, la producción será menor en toneladas. "hay un grupo, de punta que no va a reducir la inversión tecnológica pero hay otro que está pensando cuánto puede ahorrar", señaló.
Popik se quejó porque las pérdidas de la devaluación para las compañías del sector de insumos agropecuarios llegan a los 800 millones de dólares. Aún así, se mostró optimista respecto de la potencialidad del sector agropecuario. "En ningún momento la compañía pensó en irse porque este es un país agrícola, estratégico para todas las empresas que están acá", señaló y remató: "Los que se van son los tipos que nunca estuvieron en la Argentina e invirtieron en los 90, pusieron la guita al principio de la década y la perdieron al final, entonces se asustaron y se van. Las empresas que están aquí desde 30, 50 u 80 años saben que hay avatares, que a veces se gana un poco por arriba del promedio y a veces por debajo, pero la constante es que es un mercado de interés estratégico".


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