Mariano Bereznicki / La Capital
El encuentro entre Argentino y Pablo VI, válido por la sexta fecha del torneo Clausura de la Rosarina, debió ser suspendido ayer cuando promediaba el complemento. Es que la visita se quedó en inferioridad numérica principalmente como consecuencia de la gresca que protagonizaron sobre el final del primer tiempo con sus rivales. Hasta antes del pitazo final, los canarios iban ganando 3 a 1. La última palabra la tendrá el tribunal de disciplina.
Cuando Pérez fue expulsado, el puñado de jugadores de Pablo VI que había quedado en la cancha se volvió loco. Consideraban que el juez Miguel Osés los estaba perjudicando.
Es que a esa altura, la visita tenía cuatro hombres menos y ganaba 3 a 1. Pero como no pudo seguir por inferioridad numérica, los hombres de Pablo VI se fueron con todo sobre el árbitro.
Para poder entender esto hay que trasladarse a los 40' del primer tiempo (ver aparte), que fue cuando comenzó una verdadera batahola.
Pablo VI ganaba 2 a 0, con tantos de Marvulli. Pero en una de las jugadas sobre la embarrada cancha, Scarano le entró muy feo a Bravi y después le metió un cabezazo a Genesio.
Fue entonces que la mayoría de los jugadores comenzó a pelearse en el círculo central. Y por tal motivo fueron expulsados Genesio, Bravi y Amaya, por el lado local, y Palandri, Scarano, D'Alessandro y Ojeda lo hicieron por la visita.
Después el partido pareció tomar su curso y Chacón descontó antes de irse al descanso. En el complemento Del Valle clavó el tercero.
Minutos después, Pérez fue expulsado y la visita se quedó con seis jugadores por lo que el partido no podía continuar, a pesar de las súplicas visitantes. Ahora el tribunal de disciplina será el que decida cómo terminará este bochornoso partido.
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La Ciudad
