Una nena de 10 años oriunda de Cañada de Gómez y que sufría una insuficiencia renal crónica fue trasplantada ayer mediante una exitosa operación que se realizó en el Hospital Garrahan de Buenos Aires. La niña, Manuela Teruello, se encuentra en la unidad de terapia intensiva del nosocomio donde al cierre de esta edición evolucionaba favorablemente.
"El riñon tuvo una reacción inmediata y la paciente ya lleva orinados tres litros. Podemos decir que las cosas salieron bien, sin complicaciones y el pronóstico es excelente", precisaron desde la sala de prensa del nosocomio porteño. La niña deberá permanecer unos días más en terapia intensiva y después será trasladada a una sala general, por lo que se estima que si no surgen complicaciones en unos 20 días podrá volver a su casa.
Manuela estaba siendo tratada desde hace más de un año por el jefe de Nefrología y Trasplante del Hospital Centenario de Rosario, Osvaldo Rodenas, quien contó La Capital que "la nena llegó al hospital a instancias del jefe del Area VIII de Salud, Lelio Mangiaterra, tras enterarse de que Manuela debía trasladarse desde Cañada de Gómez a Santa Fe para ser tratada. Desde que la empezamos a atender, la dializamos hasta tres veces por semana y la preparamos para que pudiera recibir un nuevo riñon. También hicimos los estudios de compatibilidad con su madre, ya que si no aparecía un órgano de otro donante teníamos que recurrir a ella para trasplantarla".
Rodenas explicó que Manuela padece un síndrome urémico hemolítico desde que tenía un año y medio. "Son como vasculitos (inflamación de los vasos sanguíneos) que provoca en los chiquitos una enfermedad que evoluciona en una enfermedad renal crónica", señaló para agregar que "debido a la complejidad del caso y al no contar el Hospital Centenario con una sala pediátrica para realizar el trasplante, se decidió que esa intervención se realice en el Garrahan. Allí nos pusimos en contacto con las doctoras Delgado y Monteverde, que fueron las que operaron a Manuela", explicó.
Tras el deterioro de la salud de Manuela y ante la falta de recursos, la familia tuvo que apelar una y otra vez a hospitales públicos. La atendieron en el Hospital Eva Perón de Granadero Baigorria, en el Sanatorio de la Mujer de Rosario, en un centro de salud de Santa Fe y finalmente en el Hospital Centenario donde comenzó a dializarse en los últimos meses.
Viaje a la esperanza
"La inscribimos para el trasplante y anoche (por el lunes) nos informaron del Incucai que había un donante. Un chico de 21 años con una bala en el cráneo y con muerte cerebral, con un riñon sano, con menos de 24 horas en terapia intensiva y que todavía no se había ablacionado porque el juez aún no lo autorizaba. Eso nos daba mas tiempo y corríamos con la ventaja de tener un órgano con muy poca isquemia (carencia de sangre). Cuanto mayor sea el tiempo entre que un riñon permanece isquémico y se vuelve a reimplantar, menos posibilidades existen de que ese riñón arranque rápidamente y que sea un órgano que en el futuro funcione correctamente", señaló el médico.
"Esta situación -agregó- nos dio tiempo a que Manuela y su mamá viajaran a Buenos Aires, especificamente a la Fundación Favaloro donde le realizaron un cross match (estudio de compatibilidad con el órgano a trasplantar), y como el resultado fue negativo se pudo realizar la intervención".