Año CXXXV
 Nº 49.569
Rosario,
martes  13 de
agosto de 2002
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Escena preparada para video

Durante una hora y media, el tribunal exhibió un video filmado por el camarógrafo Raúl Maseda. El hombre, vecino de Villa Ramallo, fue convocado "por la policía para que registrara todas las escenas posteriores a la masacre". En las crudas imágenes de los cadáveres, el auto, el interior de la casa de los Chaves y el Banco Nación, y del cuerpo del delincuente Martín Saldaña ahorcado en su celda, quedó demostrado que antes de iniciarse la instrucción, alguien preparó algunas escenas.
"Filmé todo lo que la policía me indicaba", aseguró el hombre que fue despertado por los disparos en medio de la madrugada. "Cuando terminé, a las 18.30, le entregué la cinta al policía Pedro Rivero y no la volví a ver", dijo.
"Cuando llegué, dentro del auto no había ningún cuerpo", dijo Maseda mientras las imágenes mostraban los cadáveres del gerente Carlos Chaves -con expresión de susto en sus ojos abiertos- y al asaltante Javier Hernández -con gesto más tranquilo-, uno al lado del otro y con sus cabezas destruidas por las balas. Estaban sobre el pavimento y a la derecha del auto. El lugar opuesto al que ocupaban dentro del vehículo. También se pudo ver el cuerpo del contador Santillán, con su pecho en sangre y apoyado sobre la vereda.
Además, un montículo de bolsos y papeles se hallaban cerca del auto. "Estaban ahí cuando llegué", dijo el camarógrafo, confirmando que alguien había abierto el baúl y vaciado su contenido antes de las pericias.
Después llegaron las imágenes del interior de toda la vivienda -revuelta de punta a punta- de los Chaves y el revuelo de comida, bebidas, cajas de medicamentos, y papeles tirados en el banco.
Para el final quedó otra toma que siembra dudas. El cuerpo de Martín Saldaña ahorcado con una tela atada a las rejas de un ventiluz en una celda de la comisaría de Villa Ramallo. A un costado tres colchones apoyados contra una pared y los pies del delincuente, muerto misteriosamente, sobre una mesa de madera.


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