Año CXXXV
 Nº 49.567
Rosario,
domingo  11 de
agosto de 2002
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Básquet
Emanuel Ginóbili: "La gente nos apoya"
El escolta habló de las expectativas que genera la selección argentina

Mario Candioti / La Capital

Desde su metro 98 el mundo parece un poco distinto. La perspectiva de la vida no pasa por su calidad de juego sino por los valores humanos que parece manejar. Por eso Emanuel Ginóbili da toda la imagen de un tipo que no se la cree. Y que a pesar del asedio y de ser un flamante NBA, tiene tiempo para hablar junto a Ovacion de básquet, de la pasión, de la nueva vida que transcurrirá en San Antonio junto a los Spurs, del Mundial que se viene, de su querida Argentina.
-Da la sensación de que sos un tipo de tomarte las cosas con frialdad. Si es así, ¿qué sensaciones te causó el hecho de saber que te ibas a jugar a la NBA?
-Lo tomé con mucha menos sorpresa de la que lo tenía que haber tomado. Todo se fue dando muy lentamente. El año pasado habíamos estado cerca pero yo no tenía posibilidades por mi contrato con el Kinder Bologna. Pero el hecho de haber ido mejorando partido a partido en esta temporada me fue acercando un poco más. Además, las negociaciones fueron muy lentas. Entonces fue como que me lo veía venir.
-¿No existió el factor sorpresa?
-Nunca lo hubo. Pero te digo que no es lo mismo que me digan, estando yo aún jugando para Kinder, «está todo arreglado», que llegar a San Antonio agarrar la camiseta, saludar a los dirigentes, ver las instalaciones. Creo que eso también golpea.
-¿El cambio entre Europa y la NBA es demasiado contundente?
-A simple vista sí, pero todo está en el terreno de las suposiciones porque nunca estuve allá, nunca conviví en un viaje con ellos ni me entrené. Hasta ahora fue todo muy superficial lo que viví.
-¿Pensaste qué pasaría si no te llegás a adaptar?
-No, creo que me voy a adaptar. Tengo muchas ganas y determinación y esas son dos cosas importantes para ese aspecto. Uno nunca sabe lo que puede pasar después, pero en realidad no estoy preocupado por la adaptación.
-¿Qué sentís ahora que vas a tener los ojos de alguien de la NBA encima con respecto a tres años atrás en Puerto Rico, cuando pasó algo parecido con tu posible llegada a esa liga, si bien no estabas drafteado?
-Las realidades eran diferentes. Si bien yo ya empezaba a tener protagonismo no me sentía con toda la confianza y seguridad dentro de la cancha como la que tengo ahora. Ahora me siento más responsable de lo que le pasa al equipo. Pero también me siento más seguro para aceptarlo. Voy a tomar esto con la misma seriedad y responsabilidad que lo hice en Italia, cuando también tenía gente de ese país mirándome.
-¿Son sensaciones muy diferentes entre el Mundial de Grecia de hace cuatro años y este de Indianápolis?
-Sí, seguro. Para mí el Mundial de Grecia, si bien creo que me gané la convocatoria, fue algo así como el sueño del pibe. Un regalo de vaya a saber quién. Era el jugador número once u doce. Iba a jugar algún minuto que quedara disponible y obviamente a dar lo mejor de mí. Ahora creo que llego a este Mundial con otros objetivos y otras responsabilidades, sin dudas.
-¿En qué aspectos se está poniendo énfasis en los entrenamientos para que Argentina llegue en un óptimo nivel al Mundial?
-No estamos poniendo énfasis en algo en particular. Creo que se está entrenando mucho tratando de cubrir todos los aspectos. Muchos veníamos de una inactividad de casi un mes y había que volver a agarrar ritmo y la condición física ideal. Y después hay que jugar, que es la forma en que un equipo se acomoda.
-¿Qué significa calzarse la celeste y blanca?
-Es algo que nos gusta hacer a todos. Poder lucirla, poder representarla significa un gran orgullo. Cuando te ponés la camiseta argentina es como que sentís más hambre que luciendo la de un equipo. Sabés que es lo que siempre soñaste, lo que siempre viste de chico. Poder ver tu bandera o escuchar tu himno en un podio es muy grosso. Es por eso que vamos a dar el máximo para poder lograrlo.
-Existen, las Leonas en el hockey, Los Pumas en el rugby. Ustedes, ¿qué vendrían a ser?
-Esas denominaciones las puso siempre la gente, o el periodismo. No creo que los jugadores de rugby se hallan despertado un día y hayan dicho «somos Los Pumas». Espero que no seamos los perros, o los caballos, espero que sea algo más simpático.
-¿Qué sería triunfar y qué sería conformarse en la NBA?
-Eso lo voy a ir viendo a medida que me vaya poniendo a tono allá. A simple vista para mí ser parte activa de San Antonio, a sentirme importante en ese equipo y ayudarlo a ganar sería triunfar. Pero si me lo preguntabas dos años atrás te decía que triunfar era estar en el equipo. Por ahí dentro de otros dos años me preguntás qué es triunfar y te digo que ganar un anillo y dentro de otros dos años ser el mejor. Creo que los objetivos y los sueños se van cambiando.
-¿Te pasó algo parecido cuando llegaste a Europa?
-Exactamente. Si me preguntabas cuando estaba en Reggio Calabria cuál era mi objetivo te hubiera contestado que ser parte de un equipo grande y ganar algo. Pero viste como es esto, el año pasó, entonces los objetivos cambian automáticamente.
-¿El día que comience el Mundial los argentinos nos vamos a poner la camiseta del seleccionado de básquet o creés que vienen acompañando desde hace tiempo este proceso?
-Nosotros el año pasado en Neuquén nos sentimos plenamente apoyados. Realmente fue una emoción muy grande ser parte de ese equipo, vivirlo en casa, y ganarlo. Por eso sabemos que la gente en estos últimos años nos está apoyando mucho. Tiene muchas esperanzas puestas en nosotros y sabemos que para el Mundial va a ser lo mismo. La diferencia es que no vamos a sentir el apoyo físico dentro de la cancha, pero sabemos que están muy ilusionados con nosotros y hay muchas expectativas.



Ginóbili siente un gran orgullo por jugar en la selección. (Foto: Néstor Juncos)
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