Caracas. - El alcalde de Caracas, el opositor Alfredo Peña, denunció que violentos seguidores del presidente Hugo Chávez atacaron en la madrugada la sede de su gobierno con armas de guerra de alto poder, pero fueron repelidos por agentes de la Policía Metropolitana (PM) a sus órdenes. Los choques con la PM también se extendieron al oeste de la ciudad y dejaron al menos cinco heridos, entre ellos tres policías y una mujer. El vicepresidente, José Vicente Rangel, y el ministro del Interior, Diosdado Cabello, acusaron a la PM de "disparar a mansalva" y a Peña de jugar a la desestabilización. Posteriormente, el gobierno de Hugo Chávez ordenó militarizar gran parte de Caracas con la Guardia Nacional y la policía politica. Las protestas del chavismo se suceden desde el miércoles, cuando la Corte Suprema rechazó la imputación de varios altos jefes militares que desconocieron la autoridad de Chávez durante el golpe que depuso brevemente al polémico presidente en abril pasado.
u Perforan un blindado. Sobre el asalto a su sede de gobierno, el alcalde Peña dijo que le llamó la atención la "preparación" de los atacantes y el poderío de las armas. En otro episodio, ocurrido en el oeste de la ciudad, un vehículo blindado de la PM fue atravesado por los disparos de grueso calibre de los grupos chavistas, según relató Peña, que identificó a esos grupos como "Tupamaros". El alcalde dijo que tres policías metropolitanos y una señora resultaron heridos en los acontecimientos de la jornada. Otros informes hablan de al menos tres heridos más, pero sin mayores precisiones.
Cerca del mediodía los periodistas pudieron apreciar el acordonamiento de la alcaldía mayor (municipalidad), ubicada en la Plaza Bolívar, la principal de Caracas, ante intentos de agresión a esa sede de exaltados que lanzaron piedras y botellas, mientras eran dispersados con disparos de perdigones y bombas lacrimógenas por la PM. "Sólo hay problemas en el centro de Caracas. La policía ha logrado controlar la situación, ha usado bombas lacrimógenas y perdigones (de goma), mientras ellos usan armas largas y granadas", aseveró Peña, en referencia a los violentos manifestantes chavistas.
u El palacio presidencial, base operativa. "La policía controla la situación, son 100 o 200 personas (los violentos), pero operan desde (el palacio presidencial de) Miraflores: entran a Miraflores, se abastecen y salen a atacar a la policía, hirieron a tres policías y una señora. Nosotros ni siquiera hemos sacado los motorizados", denunció Peña. Este también acusó al vicepresidente Rangel y al ministro Cabello de tener doble discurso y de fomentar las acciones de los llamados "círculos chavistas". "Son grupos pequeños que actúan impunemente apoyados por el gobierno", explicó Peña. "No puede ser que la violencia se provoque desde el gobierno. El presidente Chávez debería ordenar la disolución de los círculos violentos. Confíen en la Policía Metropolitana, hasta ahora la policía no ha usado armas de fuego", enfatizó el alcalde caraqueño.
Horas después de denunciar a la PM, el ministro de Interior de Chávez, Diosdado Cabello, afirmó que el Ejecutivo nacional actuaría junto con la Policía Metropolitana para detener la escalada de violencia que se ha desatado en los últimos tres días en la capital, en medio de especulaciones sobre la presunta complicidad oficial en los disturbios.
u "Respaldo" a la PM. Cabello aseveró que otros organismos de seguridad "respaldarán" a la Policía Metropolitana. "Vamos a hacer un operativo conjunto con la Disip (policía política), la PM y la Guardia Nacional (policía militarizada)". Este anuncio se concretó de inmediato, con la militarización del centro y el oeste de la capital nacional por mano de 800 guardias nacionales.
Pero el vicepresidente Rangel aseguró que la situación se generó porque la PM "está disparando a mansalva. Hago un llamado a la tranquilidad, hay un problema en Puente Llaguno (en el flanco noreste del palacio de Miraflores) que estamos resolviendo. El factor de provocación es la Policía Metropolitana que está disparando a mansalva; ya llegó la Guardia Nacional y la gente se va a retirar", narró el vicepresidente Rangel a periodistas.
Minutos antes, una bomba lacrimógena lanzada por la PM impactó cerca del vicepresidente, quien se encontraba dialogando con uno de los grupos en protesta. En ese sector de la céntrica avenida Urdaneta, humeante por las bombas lacrimógenas, los comercios cerraron sus puertas con verjas de hierro para evitar saqueos.
También en el oeste de la capital venezolana hubo graves incidentes con la Policía Metropolitana. Pistoleros emboscaron y dispararon con armas largas a efectivos policiales, dijeron las autoridades municipales.
Desde el miércoles se han registrado focos de violencia en la capital, luego que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) votó por mayoría contra una ponencia que inculpaba de rebelión a cuatro altos oficiales vinculados al breve derrocamiento de Chávez en abril. A mediados de agosto se prevé sea presentada una nueva ponencia que podría decidir si hay méritos o no para enjuiciar a los militares. (DPA y AFP)