Miles de trabajadores marcharon ayer por la capital de Uruguay para protestar contra el gobierno, mientras se registraban algunos saqueos en barrios periféricos, como consecuencia de la agudización de la crisis económica del país. Las autoridades orientales trabajan contrarreloj para presentar hoy ante el Parlamento un paquete de medidas tendientes a evitar la fuga de reservas y acceder a un adelanto de la asistencia de 1.500 millones de dólares acordada con los organismos internacionales. De esta forma, espera retomar la actividad financiera el lunes próximo, tras cuatro días de feriado bancario y cambiario y en medio de la desconfianza de los ahorristas.
Mientras el gobierno mantenía reuniones para buscar una solución a la crisis y se producía un paro de cuatro horas contra sus políticas, al menos tres pequeños supermercados eran saqueados en los suburbios de Montevideo.
Testigos, entre ellos un fotógrafo y un reportero de "Reuters", dijeron que entre 80 y 100 personas asaltaron dos locales en el barrio Borro -una barriada humilde al noroeste de Montevideo- llevándose comestibles y otros elementos. En tanto otro grupo ingresó por la fuerza a un local en el Barrio Colón, al norte de la capital.
"Nos rompemos el alma todo el día trabajando y encima nos roban", se quejó entre lágrimas Franco di Leone, dueño de uno de los pequeños comercios saqueados.
En tanto, el viceministro del Interior, Daniel Borrelli, dijo que "evidentemente que esto está organizado; no puede ser que a la misma hora hayan salido en dos o tres puntos y en estos días en que el país está tan tensionado por los hechos de notoriedad".
La marcha, de la que participaron unos 10 mil trabajadores, recorrió los dos kilómetros que separan al Congreso del palacio presidencial en Montevideo y fue parte de una huelga de cuatro horas contra las políticas del presidente Jorge Batlle, que afectó principalmente el transporte, los servicios de salud y las empresas públicas.
Los trabajadores se oponen a un proyecto de ley de presupuesto que introduce duros recortes al gasto público, tema sensible en un país con un gran número de empleados estatales. También piden soluciones a una crisis bancaria que podría terminar con varios bancos fusionados y despidos, según fuentes del gobierno.
Según los sindicatos, la crisis se debe en gran medida a que el gobierno no logró reactivar el sector productivo del país, de 3,2 millones de habitantes, basado en la actividad agropecuaria.
Mientras tanto, los ahorristas intentaban retirar de los cajeros automáticos los escasos fondos permitidos desde que el martes, primer día del feriado bancario.
En Washington, el portavoz del Fondo Monetario Internacional, Tom Dawson, dijo que es urgente hacer algo para solucionar la crisis de Uruguay -sujeto a los vaivenes de sus gigantes vecinos Argentina y Brasil- pero aclaró que no es inminente un nuevo acuerdo financiero. "Hay un sentido de urgencia de que hay cosas que deben hacerse", dijo.
Las inconclusas negociaciones ante el Fondo Monetario Internacional (FMI) para que libre la nueva asistencia financiera, llevaron a que el ministro de Economía, Alejandro Atchugarry, pospusiera para hoy su comparecencia ante los parlamentario donde presentaría el proyecto de ley para el fortalecimiento del sistema financiero.
Ayer, el Banco Central del Uruguay (BCU) anunció ayer que extendió por todo el mes de agosto la intervención del Banco Galicia Uruguay, que desde febrero se encuentra en esta situación tras quedarse sin liquidez para afrontar los retiros de sus clientes.
El secretario del Tesoro estadounidense, Paul O'Neill, dijo ayer que Uruguay merece el "apoyo continuo de las instituciones financieras internacionales". En tanto, el portavoz del FMI, Thomas Dawson, sostuvo que no se descarta otorgar dinero fresco al gobierno uruguayo.
En Brasil, en tanto, el real se recuperó ayer vigorosamente tras haber marcado el miércoles un nuevo mínimo frente al dólar. El riesgo país también mostró una fuerte baja, gracias a que los inversores apostaron a que llevará ayuda internacional al país para evitar que caiga en una crisis financiera.
Se recuperó el Real
El real cerró a 3,14 unidades por dólar, una recuperación de 33 centavos frente a las 3,47 unidades por dólar en las que había cerrado el miércoles. Tras nueve sesiones consecutivas de caídas, en la que el real terminó ayer en alza.
Los operadores dijeron que la apreciación de la moneda brasileña fue en gran parte provocada por las esperanzas en el mercado de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) ofrezca a la mayor economía de América Latina un nuevo paquete de ayuda para estabilizar a los mercados antes de las elecciones presidenciales de octubre.
El FMI dijo ayer que está considerando la posibilidad de ampliar la vigencia de su actual acuerdo crediticio con Brasil, que totaliza 15 mil millones de dólares y expira en diciembre.
El Banco Central también ayudó a apuntalar la moneda, al vender aproximadamente 200 millones de dólares, dijeron operadores.