Año CXXXV
 Nº 49.545
Rosario,
sábado  20 de
julio de 2002
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La crisis estimula el interés por incursionar en producciones no tradicionales
Alternativos: no es soplar y hacer lombrices
Iniciarse en emprendimientos implica conocer las reglas. Una guía para no frustrarse

Fabiana Monti / La Capital

En los últimos años, los emprendimientos ligados a producciones no tradicionales del agro experimentaron un importante crecimiento. Con la crisis social y económica estas alternativas traspasaron las fronteras del sector y despertaron el interés de mucha gente, excluida del mercado laboral o necesitada de un ingreso extra, ve en ellas una tabla de salvación. Lo cierto es que en el debe y el haber de este tipo de iniciativas existen tanto experiencias exitosas como intentos fallidos. Asesorarse bien y medir las posibilidades en función del riesgo que se pueda asumir, son condiciones básicas para no sumar frustraciones.
En un universo en el que conviven empresas de gran magnitud con microemprendedores, la lombricultura, la apicultura, la cría de caracoles, cultivo de plantas aromáticas, especialidades, producción de carnes no tradicionales, hongos, alimentos en base a soja, etcétera, son algunas de las actividades más difundidas.
Los que tienen experiencia en este terreno recomiendan tener un capital inicial para poder invertir y aptitud para la actividad que se inicia, pero también aconsejan armarse de paciencia, capacitarse y encarar el negocio como una verdadera empresa.
La firma Worms, convertida hoy en una empresa importante de servicios ligados a la lombricultura, supera con creces la categoría de microemprendimiento. Pero sí ha recorrido una trayectoria de crecimiento en un ámbito de producción no tradicional. Mario Velosoz, directivo de la firma, sintetizó los tiempos de un emprendimiento de esta naturaleza en tres etapas: "El primer año es de espera y de multiplicación, de conocer la actividad; el segundo ya podés determinar tu ritmo de crecimiento y recién el tercer año es de ventas", definió.Velosoz destacó que para que cualquier emprendimiento funcione -a pesar de que el monto inicial no sea elevado-, la inversión debe aumentar durante el desarrollo, tanto para la producción como para el procesamiento y su posterior comercialización.
Las expectativas de utilidades inmediatas suelen jugar en contra del mismo proyecto porque se corre riesgo de exigirle a la actividad resultados que sólo pueden obtenerse con el tiempo.
Héctor Busilachi, integrante de una red de productores de arándanos (berries) y plantas aromáticas y medicinales, es además uno de los organizadores de la feria de producciones alternativas que se realiza anualmente en Chabás. Desde su experiencia, sostiene que, dependiendo de la actividad que se emprenda, hay que esperar entre dos a tres años para obtener los retornos. Advierte que en general son actividades complementarias. "Es mejor tener un respaldo económico para que el emprendimiento tenga tiempo de desarrollo", indicó.
En los organismos oficiales de apoyo productivo las consultas sobre producciones alternativas crecen con la crisis. Ricardo Bianni, coordinador del área sur del Ministerio de Producción de Santa Fe, señaló que "si la persona que se acerca nos plantea que lo que está buscando es una salida laboral rápida, lo primero que le advertimos es que éste no es el camino más acertado para obtenerlo".
No es cuestión de desalentar a los emprendedores, pero el funcionario explicó que lo primero que le brindan al interesado es un listado de actividades potenciales. En función de lo que le parezca más acorde y de los recursos con que cuente se comienza la tarea de formación y asesoramiento.
Desde el programa Fortelecer, de la Fundación Agraria Argentina, Juan Carlos Portman coincidió: "En estos casos lo que hay que advertirles es que el riesgo es mucho y que la plata que puede provenir de una indemnización no va a dar resultados inmediatos"."Una posibilidad es que se asocie con otros pero deberá tener en cuenta los riesgos que tiene emprender una actividad nueva y sin conocer la lógica de la producción", agregó.
En los últimos tiempos han proliferado los cursos ya sea desde los organismos estatales como del sector privado, brindando capacitación para las nuevas actividades. Los mismos no sólo dan algunos conocimientos básicos sobre las alternativas sino que sirven como lugar de encuentro para las personas que suelen asociarse para arrancar con la novedad.
Bianni, del Magic, hizo hincapié en dos ejes fundamentales para los emprendimientos: la capacitación y la organización. Bajo ese lineamiento, Producción ofrece además del asesoramiento, el espacio para que los grupos se formen y cuenten con un espacio físico para reunirse.
Busilachi consideró que otra condición importante es arrancar cuando están cerrados los estudios del mercado al que se quiere llegar. Buscar un nicho de mercado aún no explorado es interesante, pero hay que tener espaldas para asumir el riesgo.
Para Fernando Botta, consultor agropecuario, es mejor arrancar con actividades que ya tienen cierta historia. Coincide con el resto en que formar grupos es una de las mejores alternativas sobre todo si no se conoce la actividad. "En general, los mercados para estas producciones suelen ser difusos o muy grandes, lo que acede dificultoso su acceso", advirtió.
Por último, todos coinciden que la pasión y la vocación por lo que se inicia, son los motores que sostienen al emprendedor,quien por definición, es alguien que emprende con resolución acciones dificultosas y azarosas. Por eso es un desafío.



Los caracoles se convirtieron en una actividad difundida.
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