Fernando Gabrich / La Capital
Los partidos de práctica hay que tomarlos como tal. Pero eso no implica que se vayan edificando conclusiones. "Estoy tranquilo en la parte defensiva, aunque preocupado por el aspecto ofensivo", había dicho Zamora luego del partido amistoso con Unión hace una semana. Y tenía razón. Luego vino el choque de entresemana con Colón y la historia fue parecida. Entonces, la lectura es simple: Newell's debe mejorar en todos los aspectos si quiere tener protagonismo en el Apertura que se avecina. Principalmente en la creación de peligro. Pero, para tranquilidad de su gente, demostró que el orden defensivo es, por el momento, su principal virtud. En lo que va de la pretemporada el equipo de Zamora jugó cuatros partidos, empató dos, perdió los otros, recibió tres goles en contra y convirtió uno. Pero más allá de los datos que arrojan las estadísticas, lo concreto en materia futbolística es que el equipo de mitad de cancha para atrás cumple un funcionamiento sin fisuras, lo que no indica que deba seguir ajustando piezas. Sin histeria ni gritos chilavertianos, Passet desde el fondo está en permanente diálogo con los defensores. Y sus palabras contribuyen a fomentar la calma. Después aparecen los nombres casi de memoria y eso es uno de las claves para el entendimiento colectivo. Leandro Fernández por derecha se muestra más suelto. Se sabe que su puesto habitual es el de marcador central, pero el sparring de Bielsa se las arregla y cumple. Así, le sobra voluntad para escalar el lateral cuando lo creé conveniente y no tiene vergüenza cuando debe patear de punta para rechazar cualquier peligro. A Cristián Grabinski se lo nota con mayor confianza y eso debe ser fundamental para el encargado de cerrar espacios. Terminó la primera parte del año en buena forma y parece que quiere seguir así. Fernando Crosa se acostumbró a tener la voz de mando. Y le gusta ese rol. Su fuerte es el cuerpo a cuerpo y el juego aéreo. Otro punto que lo destaca es que siempre se muestra como una carta ofensiva al momento de ir a buscar el cabezazo. La grata sorpresa de los cuatros del fondo la trajo Edgardo Adinolfi. El uruguayo jugó al segundo día que llegó y mostró la garra charrúa. Se entendió bien con sus compañeros, desplegó buena proyección y cuando tuvo que meter lo hizo. Nos es cuestión de caer en grandes elogios porque a fin de cuentas lo que importa es que lo demostrado hasta el momento se repita a la hora del debut oficial y a lo largo del torneo. Se trata sí de destacar un punto clave en este Newell's que se prepara. Y la defensa deja cosas positivas en lo individual y colectivo.
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