Año CXXXV
 Nº 49.539
Rosario,
domingo  14 de
julio de 2002
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El caso Enron fue sólo el primero de una larga lista

Desde la quiebra la empresa de energía Enron hasta el escándalo del gigante de las telecomunicaciones WorldCom, una larga serie de casos de corrupción ligados a manipulaciones contables dio lugar a la apertura de investigaciones federales y minó la confianza de los inversores en Estados Unidos y las principales plazas financieras.
Los gigantes con pies de barro son:
Enron: el mayorista estadounidense de energía pidió la protección de la ley de quiebras en diciembre de 2001, luego de reconocer prácticas contables dudosas que contribuyeron a inflar el volumen de negocios del grupo y disimular una deuda de unos 22 mil millones de dólares.
Arthur Andersen: la sociedad de expertos contables encargada de verificar la regularidad de las cuentas de Enron, fue reconocida culpable, a comienzos de junio, de obstrucción a la Justicia por haber destruido 1,7 toneladas de documentos relativos a Enron, cuando la Comisión de Operaciones Bursátiles (SEC) ya había comenzado a investigar a la energética.
WorldCom: luego de una auditoría interna, el gigante de las telecomunicaciones reveló a fines de junio que había sido objeto del mayor fraude contable de la historia estadounidense, ya que algunos de sus gastos corrientes fueron registrados como gastos de inversiones durante cinco trimestres, por un monto valuado en 3.850 millones de dólares.
Xerox: el grupo de fotocopiadoras reconoció a fines de junio que su resultado antes de impuestos era inferior en 1.400 millones de dólares a lo publicado anteriormente, para el período de 1997 a 2001.
Tyco: el ex presidente del conglomerado industrial, Dennis Kozlowski, fue inculpado en junio por fraude fiscal y falsificación de prueba por un fiscal neoyorquino que estima que, junto con otras personas, defraudó al fisco por 1.017 millones de dólares en impuestos por la compra de obras de arte, manipulando además elementos contables de Tyco.
Global Crossing: el grupo de telecomunicaciones, en convocatoria de acreedores desde fines de enero luego de haberse endeudado enormemente para construir una red mundial de fibra óptica, es objeto desde febrero de una investigación formal sobre sus prácticas contables.
Adelphia: el sexto operador de cable estadounidense, en convocatoria desde fines de junio, había reconocido en marzo haber otorgado préstamos de 2.300 millones de dólares a la familia Rigas, su principal accionista.
Merck: la compañía farmacéutica admitió a comienzos de semana que su servicio de ventas de medicamentos con descuento (Medco), registró en sus libros contables ingresos por 14 mil millones de dólares que nunca obtuvo.
Bristol-Myers Squibb: los reguladores estadounidenses informaron el jueves pasado que investigan las prácticas de ventas de la compañía farmacéutica, que llevaron a varios clientes mayoristas a comprar en exceso algunos de sus productos el año pasado.
A la lista hay que agregarle la mayoría de las grandes auditoras internacionales. Aparte de Arthur Andersen, la Comisión de Valores y Bolsa de Estados Unidos (SEC) presentó una demanda contra KPMG y la firma británica BDO Seidman.
Numerosos grupos en el sector de la energía, tecnología y biotecnología son objeto de una investigación de las autoridades federales y estatales por haber manipulado las tarifas de la electricidad en California en 2001.


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