El receso invernal se convierte en una buena opción para "volver el tiempo atrás" y conocer los orígenes de la ciudad de Santa Fe, que ostenta un rico legado histórico y cultural.
Los edificios históricos del barrio sur de Santa Fe conservan las huellas de lo que fue el epicentro de la actividad política, económica, religiosa y social de la urbe, luego de su traslado desde Cayastá hasta la actual ubicación, a mediados del siglo XVI. Los primeros pobladores reconstruyeron aquí la traza del primitivo asentamiento a orillas del río de los Quiloazas, elegido en 1573 por Juan de Garay.
La repetición del antiguo esquema urbano es el motivo por el cual los edificios históricos más representativos se encuentran en las inmediaciones de la Plaza de Mayo, otrora Plaza Mayor. Allí se nuclean los templos de los dominicanos, jesuitas, franciscanos y la iglesia matriz, además del Museo Histórico Provincial, construcción civil más antigua que se conserva en el país. En esta zona también se suceden la Casa de Gobierno, que ocupa el predio del viejo Cabildo, el palacio de los Tribunales y otros edificios públicos y privados de notable estilo arquitectónico.
Convento de San Francisco
El convento de San Francisco es una excelente muestra de lo mejor de la arquitectura colonial. En su interior se destacan el artesonado del techo, los carillones del coro y la carpintería en general, obra atribuida a los indígenas de las misiones.
Aquí pueden apreciarse importantes obras religiosas como el Nazareno, del siglo XVII, del reconocido maestro español Alonso Cano o una curiosa talla de vestir de San Benito de Palermo, del siglo XVIII, entre otras.
En la sacristía se conserva una mesa que perteneció a la hija de Juan de Garay, Jerónima de Contreras, con las huellas del zarpazo de un yaguareté que en el siglo XIX ingresó en el convento y mató a tres religiosos.
En las cercanías del altar mayor está la tumba del brigadier general Estanislao López, el Patriarca de la Federación, cubierta por una lápida dedicada por Juan Manuel de Rosas.
Si bien Santa Fe es un sitio rico en historia y testimonios del pasado, también merece destacarse que hoy posee gran dinamismo y la infraestructura de una ciudad pujante y moderna, cuyo símbolo es el reconocido Puente Colgante, próximo a reinaugurarse.
Sitios de interés
El convento de San Francisco es una excelente muestra de lo mejor de la arquitectura colonial. En su interior se destacan el artesonado del techo, los carillones del coro y la carpintería en general, obra atribuida a los indígenas de las misiones.
Aquí pueden apreciarse importantes obras religiosas como el Nazareno, del siglo XVII, del reconocido maestro español Alonso Cano o una curiosa talla de vestir de San Benito de Palermo, del siglo XVIII, entre otras.
En la sacristía se conserva una mesa que perteneció a la hija de Juan de Garay, Jerónima de Contreras, con las huellas del zarpazo de un yaguareté que en el siglo XIX ingresó en el convento y mató a tres religiosos.
En las cercanías del altar mayor está la tumba del brigadier general Estanislao López, el Patriarca de la Federación, cubierta por una lápida dedicada por Juan Manuel de Rosas.
Si bien Santa Fe es un sitio rico en historia y testimonios del pasado, también merece destacarse que hoy posee gran dinamismo y la infraestructura de una ciudad pujante y moderna, cuyo símbolo es el reconocido Puente Colgante, próximo a reinaugurarse.