Washington. - El Senado estadounidense dio un importante paso hacia la aprobación de un proyecto de ley de reforma contable, que impone severas penas, incluyendo la de prisión, a los jefes de empresas culpables de fraude. Los senadores aceptaron por 91 votos contra 2 poner fin a su debate acerca de este proyecto de ley, etapa previa a la votación definitiva. El texto prevé la creación de un órgano independiente encargado de supervisar las cuentas de las empresas, junto a la actual Comisión de Operaciones Bursátiles (SEC), una idea a la que se opone el presidente George W. Bush. Ayer el presidente estuvo reunido con el jefe de la SEC, Harvey Pitt.
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