El trabajo científico de los jóvenes odontólogos salteños Josefina González Diez y Facundo Arias Aráoz permitió establecer la edad que tenían los tres "Niños del Llullaillaco", momias halladas en marzo de 1999 en la cima de un volcán salteño, en perfecto estado de conservación. "La doncella tenía 15 años y medio; la Nena del Rayo, seis; y el chico entre seis y siete años", precisó Arias Aráoz, al referirse a las momias que permanecieron enterradas por más de 500 años y a más de 6.000 metros de altura. Los profesionales accedieron al estudio de estas momias, declaradas las mejores conservadas del mundo, luego de presentar un proyecto ante al grupo de científicos que las hallaron -en marzo de 1999- en una expedición organizada por la National Geographic. Los cuerpos -que permanecen en un congelador, con temperatura y humedad medidas- sólo se extraen cada seis meses y durante quince minutos. "Las momias y sus atuendos -dijo González Diez- son analizadas por técnicos textiles, ceramistas, pediatras y dermatólogos". Arias y González contaron con la colaboración del doctor Robert Ricketts, un estadounidense que creó una técnica implementada en la ortodoncia para lograr el patrón facial. González Diez comentó que la edad se determinó a través de la calcificación dentaria, "porque los dientes comienzan a formarse desde los cuatro meses de vida intrauterina y esa formación va pasando por distintos estadios que se relacionan con la edad". Además de la edad, los odontólogos pudieron determinar que los tres niños "no tenían caries", debido a que no comían azúcares, por el tipo de alimentación y por características raciales. Y las radiografías revelaron que sus dientes "están muy desgastados para la edad que tenían al morir, lo que se sustenta en una alimentación dura y en la tensión que les provocaba el saber -desde muy pequeños- que iban a ser ofrendados", explicó la profesional. (Télam)
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