Al inaugurar la Conferencia, el portavoz de las Naciones Unidas, Peter Piot, dijo que la industria farmacéutica debía cumplir sus promesas en reducir los precios y que los dirigentes mundiales debían comprometerse en la lucha contra la enfermedad para que pueda vislumbrarse el éxito. Las palabras de Piot parecen habérselas apropiado los manifestantes pero, mientras por los pasillos crecían las acciones de protesta y condena, algunos de los expertos explicaban en las distintas sesiones y simposios que las investigaciones más recientes y los pocos avances en el desarrollo de una vacuna indican que, hoy por hoy, el sida no se puede erradicar. En las varias manifestaciones de protestas se habla de muerte y abandono de los enfermos, los PWA (people with Aids), sobre todo en el continente africano, si bien algunas voces autorizadas auguraron el mismo camino para Latinoamérica debido a la aguda crisis económica que sacude al continente.
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