Washington. - Mucho más que los anteriores gobiernos del Partido Republicano, tradicionalmente cercanos a los medios empresariales, la Casa Blanca de George W. Bush cuenta al más alto nivel, incluido el presidente, con muchos ex presidentes de empresas, en particular pertenecientes al poderoso sector petrolero. George W. Bush, el único presidente estadounidense que tiene una maestría en Gestión de Negocios (MBA) -obtenida en la prestigiosa Universidad de Harvard-, siguió los pasos de su padre y se lanzó al sector petrolero, fundando su primera compañía, Arbuto Energy, en 1976. Bush realmente no tuvo éxito como hombre de negocios; sin embargo, gracias a vínculos familiares, pudo revender Arbuto a Spectrum 7, una compañía de exploración de hidrocarburos, en 1984. Esta empresa a su vez fue comprada en 1986 por otra firma petrolera, Harken, de la cual Bush integraba el consejo de administración y era accionista. La venta en 1990 de su participación en Harken determinó una investigación de la Comisión de Operaciones Bursátiles estadounidense (SEC) por posible uso de información privilegiada. Pero Bush afirma que fue exonerado por la SEC. A pesar de su poco éxito en el sector petrolero, Bush conservó vínculos muy estrechos con los dirigentes de la industria petrolera, entre ellos Kenneth Lay, un amigo cercano y ex presidente del corredor de energía Enron, que quebró por manipulaciones contables en diciembre, inaugurando la lista de escándalos por fraudes en los balances de grandes empresas. El vicepresidente Dick Cheney tuvo mucho más éxito como presidente de Halliburton, un proveedor de equipamiento para explotación petrolera con sede en Texas, al que dirigió entre 1995 y 2000. Su gran influencia en los medios petroleros condujo a la oposición demócrata a acusarlo de ser el representante de los intereses de esta industria en la Casa Blanca, en particular por medio de la comisión federal que preside para reducir la dependencia energética de EEUU, y que pregona la explotación de yacimientos en Alaska (norte). Por otra parte, Lay fue consultado en muchas ocasiones por la comisión orientada por el vicepresidente. El secretario del Tesoro, Paul O'Neill, es el tercer alto responsable de la administración Bush que fue presidente de una gran empresa estadounidense: Alcoa, uno de los mayores fabricantes de aluminio del mundo. (AFP)
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